27 de Diciembre de 2014
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Empecemos el
recuento del haber común. Tenemos demasiados ninis, jóvenes SIN EXPECTATIVAS
LABORALES, muchos hasta con carrera universitaria, amén de los que no tienen
ninguna, y medio leen y escriben – son reflejo fiel del decrépito modelo
educativo – porque Dios es misericordioso, y también
tenemos muchos compatriotas entre los 40 y los 50 que YA NO ENCUENTRAN
COLOCACIÓN, porque según los cánones en vigor, YA ESTÁN VIEJOS. Esto no es otra
cosa, que el resultado de un errado modelo económico que le ha dado en la torre
a las clases medias, las ha pauperizado.
El desastre social
generado por esta política, en mancuerna con la corrupción sistémica que está
pudriendo a nuestro país, ha ido haciendo polvo el pacto social que mantiene
unida a una sociedad. Tenemos una grave crisis social e institucional que ha
acentuado la desigualdad, y es que, como dice el economista francés Thomas
Piketty: “La reducción de la clase media es un riesgo para la economía y una
amenaza para la democracia”.
A la clase media
mexicana la han bajado, la han hecho descender… ¿En qué mundo viven los genios
con doctorados en universidades de grandes vuelos que conforman el equipo de
Luis Videgaray, el mismo Videgaray? Su mal nombrada reforma fiscal ha ido
pulverizando a la clase media, y cuando esto ocurre, se destruyen y pierden su
razón de ser años de perseverante y honorable trabajo, de pagos constantes y
sonantes a la hacienda pública, ideales de superación traducidos en acciones
genuinas de perseverancia y constancia no solo para darles a sus hijos mejores
niveles de vida, sino para enseñarlos a luchar siempre por eso. Hablamos pues,
de que se pasaron por debajo de las extremidades inferiores TODO UN ESQUEMA DE
VALORES, de PRINCIPIOS, que les dieron fortaleza e inspiración a millones de
mexicanos para vivir como corresponde a su dignidad de seres humanos.
Y con esto
insuflaron a esa plaga maligna, con la que han mantenido postrada de rodillas a
la población más necesitada de este país, que se denomina populismo, a quienes
tienen convencidos que el mérito y el espíritu emprendedor no sirven para salir
adelante, y que se conformen con ser pobres y dependientes de migajas, hasta la
consumación de los siglos. Las mismas políticas vetustas, burocráticas y
absolutamente insolidarias campean en la administración peñista. Con ellas han
creado más riqueza para los que ya la tienen, que son una casta de
privilegiados e incondicionales, han vuelto más pobres a quienes no conocen
otra condición, y le han quitado a la clase media su papel de estabilizador y
cohesionador PROBADO, para infortunio de nuestro país.
Anuncia con bombos
y trompetas el presidente Peña Nieto una reforma para combatir la corrupción.
Pero antes, el más gris de los poderes ABSUELVE a Raúl Salinas de Gortari, lo
declara sin mácula y le devuelve lo que adquirió vía el estercolero de tranzas
y raterías, al amparo de la administración del maestro de las perversiones, manipulador
innato, su hermano Carlos, hoy atrás de la silla del águila, a la que volvió
por sus fueros, embozado en la “tenebra” que maneja a la perfección.
Y aquí, en nuestra
sufrida Coahuila, desde el Poder Judicial, se invierten recursos públicos en
una sociedad financiera popular, FICREA.
¿Cómo? ¿Por qué? 92 millones 056 mil 608 pesos DESTINADOS a “capacitación y
pago de personal, ampliación de salas, compra de equipo, estímulos por
desempeño, entre otros…”, reza la nota de VANGUARDIA. Se los llevó FICREA, se
los ROBÓ. ¿Y qué? al cabo salieron de la bolsa de los de siempre y que se
fastidien. El ínclito que decidió invertir recursos de los coahuilenses no ha
dicho esta boca es mía. ¿Y qué?...
(Continuará)
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