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sábado, 5 de noviembre de 2016

Las ranas no gobiernan

El año que viene tendremos elecciones en coahuila y van a llover historias de quienes se presentarán como aspirantes a los diferentes cargos públicos
13 de Agosto  2016
 
Todo indica, me comentaba un buen amigo, que el abandono de muchos valores y virtudes humanas está batiendo record en la sociedad de nuestro tiempo, se va imponiendo con más fuerza en el día a día. 

El ámbito político está que ni mandado hacer para ejemplificar. Salvo contadísimas excepciones, el grueso de los profesionales de esta disciplina practican con singular “alegría” todo cuanto la ha vuelto deleznable. 

La corte que rodea al político encumbrado teje una red alrededor de éste,  Erasmo de Rotterdam refiriéndose a estos expresaba: “¿Qué os puedo decir que ya no sepáis de los cortesanos? Los más sumisos, serviles, estúpidos y abyectos de los hombres y, sin embargo, quieren aparecer en el candelero’”. Este séquito de lambiscones, vividores y cómplices se encargan de  tejer una red en torno a éste y le construyen una historia, la historia está plagada de medias verdades y de mentiras completas. Pero esto no es nuevo, nadie ha dicho que la verdad y la política sean hermanas. Y además, está “aceptado” por el grueso de la sociedad. Por eso está en chino mandarín darle un puntapié a la corrupción, solo se le hace cosquillas. Y es que en un lugar en el que violentar la ley es el deporte favorito, la corrupción se convierte en ley. Y hablar de honor, de justicia, de equidad, es recurrir a un lenguaje en el que nadie cree, y a quien lo dice lo toman si bien le va, por excéntrico…Para decirlo de manera educada, porque la palabrota usada en nuestro País empieza con P.

La hipocresía en el ejercicio de la política es, ha sido y seguirá siendo —al paso que vamos — un ingrediente sine qua non en el trato que se dispensan entre los propios políticos y el que le ofrecen a los gobernados. El académico argentino Alberto Benegas Lynch comenta que “El problema de las hipocresías políticas es que se intentan disimular por medio de las reiteradas e incondicionales alabanzas de los cortesanos que suelen rodear al poder. “ ¿Coincide usted?

El año que viene tendremos elecciones en Coahuila y van a llover historias y más historias de quienes se presenten como aspirantes a los diferentes cargos públicos que estarán a consideración del electorado. No se deje usted llevar por los cantos de sirena, la mercadotecnia electoral convierte en príncipes y princesas a las ranas — con perdón de las ranas — al toque del billetal que se invierte en eso precisamente…Las ranas no gobiernan. 
Indague en su trayectoria de vida, usted es quien decide a quien quiere como su representante, vuélvase meticuloso en su investigación, no se deje llevar por las imágenes, solo son eso, usted busque al que está atrás de la fotografía, conozca su desempeño como persona en las diferentes actividades a las que se ha dedicado, esas son las que le van a decir de quien se trata. 

Desconfíe de quien le manifieste que llegado al cargo va a cambiar el mundo entero de un plumazo, es promesa electorera, es populismo, es chapuza, es polvo engatusador. 

Asuma usted su papel de patrón que contrata a personas para que le sirvan, usted es el dueño de la casa, es el empleador, los aspirantes que usted elija serán sus empleados. No les abra su casa a los deshonestos, no permita que le roben…Ya hágase cargo de su propiedad. 

Coahuila necesita alternancia en la gubernatura y una mayoría en el Congreso que no vuelva a ser la de los de siempre. ES URGENTE LA DIVISIÓN DE PODERES, jamás hemos tenido esa experiencia, sin esta división estamos fritos, cuanto presente el aparato estatal solo será un montón de papeles con contenidos que no pasan la prueba del añejo.
Usted es quien debe decidir…¡NADIE MÁS!

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