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domingo, 31 de mayo de 2015

Última llamada

30 Mayo 2015
 
De mañana en ocho días tendremos los mexicanos el deber de acudir a las urnas y votar por quien estimemos que debe ser nuestro o nuestra representante en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión del 1 de septiembre del 2015 al 31 de agosto del 2018.
La desconfianza en los políticos, la falta de acciones gubernamentales para resolver la problemática de inseguridad pública y el desempleo que agobian al país, son motivos de sobra para que el electorado esté al rojo vivo de indignación, y dispuesto a la participación en las urnas. Porque es la oportunidad de dar el viraje y redireccionar lo que queremos para México.

Las noticias de corrupción e impunidad de las que dan cuenta los medios de comunicación, un día sí y otro también, son otro acicate para ejercer el sufragio. Empezando por las del propio presidente de la República, que como dice una cosa dice otra. La última, las “imprecisiones” contenidas en su declaración patrimonial, amén de las del listado de bienes que según cuenta recibió en donación y las de la “casa blanca” que la primera dama adquirió con sus “ahorritos”. Y las otras “oscuridades” que corren por cuenta de secretarios de estado, de gobernadores, de aspirantes a gobernadores, de miembros de partidos políticos, y de ribete la tibieza y discrecionalidad con la que los órganos electorales - INE - sancionan a quienes violentan la ley, nada más cheque usted como han solapado al Verde Ecologista, en cualquier otro país ya les hubieran impuesto la pérdida del registro. Raterías de funcionarios públicos al por mayor y pobreza y marginación para millones de mexicanos, son dos realidades que se combaten con el ejercicio de un derecho sustantivo, el del sufragio.

Si los mexicanos de verdad están hasta la m… de tantos despropósitos y porquerías, el 7 de junio pueden ponerle un hasta aquí. Sin mayoría del tricolor y ad lateres - Verde y Panal - en la Cámara de Diputados, los titiriteros de Peña Nieto, va a tener que aprender a hablarle de usted al Poder Legislativo, ya no podrán ningunearlo porque dejará de ser su personero. Y entonces se legislará a favor DE LOS MEXICANOS, y no de los intereses de la camarilla que 19 millones regresaron al poder en el 2012. No hablo de oídas.

En Coahuila el PRI tiene la llave de los dineros estatal y el de sus mayorías municipales - fiel a sus “costumbres” - para comprar aquí y acullá las voluntades de su corte de irredentos y/o vividores - hasta QUE USTED QUIERA - , la del miedo para controlar a la burocracia y al magisterio y la de la complicidad para empresarios que se han hecho ricos o más ricos, a su vera. Su 30 por ciento de voto duro está amarrado, y con ese ganan elecciones, sobre todo las intermedias. ¿Dónde está el 70 por ciento restante, que también aparece en los listados nominales y tiene credencial de elector? En Coahuila, particularmente, ese 70 por ciento ha sido el destinatario de todos los atracos de las administraciones estatales tricolores, pero JAMÁS, y esto es para Ripley, en nuestra entidad federativa hemos tenido ALTERNANCIA en la gubernatura, ni mayoría distinta a la priísta en el Congreso del Estado. Pareciera que hay epidemia del síndrome de Estocolmo. Los secuestrados aman a su secuestrador. 

¿No está harto de tanta demagogia? El diccionario dice que la demagogia es una “degeneración de la democracia”. Los priístas dominan esta práctica deleznable. Escribía Lope de Vega que “el vulgo es necio y…es justo hablarle en necio para darle gusto”. 

Actualizo: hay políticos que en su tozudez supina, estiman que todo el mundo está hueco del tapanco. Y los tricolores no nada más lo piensan, lo dicen sin recato, exhiben su falta de respeto al elector. El historial de algunos de sus candidatos los hace impresentables. ¿Carro completo?...¿No lo indigna tanto cinismo, estimado lector? ¿No lo irrita tanta soberbia trasnochada? LE ESTÁN DICIENDO QUE USTED ES INCAPAZ DE DISCERNIR.

¿No le parece que tiene motivos sobrados para ir a ejercer SU DERECHO y a CUMPLIR con un DEBER CÍVICO que tiene con SU PAÍS, CON SU FAMILIA, CON USTED MISMO, el próximo domingo 7 de junio?

Cuando participar se vuelve imperativo



23 Mayo 2015

Los políticos llevan demasiado tiempo actuando a espaldas de la sociedad, han roto con ella, y al hacerlo han lastrado las democracias

Mi amiga Laurita me habla y me dice: “Esther… ¿no se dan cuenta que ya nos tienen hasta la ídem… los cientos de spots con que nos atosigan a mañana, tarde y noche en la radio y en la televisión, todos los partidos políticos para que votemos por sus candidatos? Hay mucha gente que nada más por eso, no va a ir a votar el 7 de junio. Es el negocio de la vida para los partidos y para los medios, tanta des… propaganda en esta época. Por eso les vale gorro hartar a la ciudadanía…imagínate si la millonada que se gastan y que sale de nuestros impuestos la canalizaran a resolver tanta marginación y pobreza que trae arrastrando el País”. Me dice más, pero hasta aquí lo dejo, hay comentarios que son muy… pues, muy impublicables.

¿Cuánto avanzaríamos en el combate a la pobreza si fuera prioritario abatir las desigualdades que ésta genera?¿Si se apostara decididamente por prestar servicios de salud de primera, por la educación e investigación, por el combate sin tregua a la corrupción y a la impunidad que están comiéndose a nuestro País? Si los mexicanos vieran la acción genuina de sus autoridades en pro de esto, sin duda que se acabaría el negocio de las campañas millonarias y por ende del financiamiento millonario también para solventarlas, y habría una actitud muy distinta del electorado llegada la fecha de la renovación de cargos públicos.

Históricamente en las elecciones legislativas la abstención es muy alta, no solo en México, incluso en países del primer mundo. La gente se siente identificada cuando van a elegir a un gobernador o a un presidente, pero no a un diputado. Para hacerle frente a esta situación, la única solución es que los candidatos se mantengan en la calle haciendo un trabajo “dinámico y permanente”.

Pese a la desmotivación que invade al electorado, los aspirantes al Congreso tienen que estimular la participación. La otra opción es quedarse en su casa para que todo siga igual.
El premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, apunta que “al principio la política falló porque no supo anticiparse a la crisis, ni la vio llegar; y después porque no tomó medidas para impedir el crecimiento de la desigualdad, ni actuó contra los abusos de las corporaciones”. 

Esto conlleva otro riesgo, porque cuando las personas se sienten atrapadas, buscan mesías, y en ese gremio se dan por toneladas los embaucadores y, a menudo, los canallas.
Por su parte,el sociólogo Juan Carlos Zubieta Irún, profesor de la Universidad de Cantabria, expresa que: “el comportamiento indigno y zafio de algunos políticos provoca que los ciudadanos se alejen de ellos”.

Y tiene razón, el incumplimiento de las promesas hechas en campaña explican, verbi gratia, el repudio de amplios sectores de la población ¡No nos representan!, dicen los electores.
El sociólogo francés Alain Touraine,cree que “los políticos llevan demasiado tiempo actuando a espaldas de la sociedad, han roto con ella y al hacerlo han lastrado las democracias”, sometidos a la salvaguarda de sus particulares intereses o al de grupos, renuncian a su papel de “mediadores institucionales entre el Estado y la sociedad a la que representan, con lo cual nos dejan a casi todos fuera del sistema”. Y ¿sabe quiénes pueblan ese espacio dejado al margen? 

Zygmunt Bauman, el filósofo y ensayista polaco, ganador del Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en 2010, dice que la circunstancia de que el poder se encuentre en manos de “grupos casi abstractos y que parecen fuera del alcance de las instituciones, produce una sensación de impotencia y ha echado abajo los dos pilares sobre los que se debe de articular un país: la solidaridad y la confianza”. 

Eso está sucediendo en nuestro País, de ahí el hartazgo que se refleja en esta indiferencia con la que responden a los procesos electorales. Es un “váyanse al diablo”.

Estimado conciudadano, quedarnos sumidos en una rebeldía de no participar, de no me importa quién llegue, de no me interesa qué le suceda al País… ¿a quién le conviene?... La elección de 7 de junio, no es una más, es la renovación de la Cámara de Diputados, el poder que el Constituyente creó para equilibrar al Poder Ejecutivo –Presidencia de la República– y que nunca los mexicanos hemos habilitado. Usted decide.

¿Reeducarnos?



15 Mayo 2015

¿A quién, a quiénes, responsabilizar por esta decadencia de valores que agobia a la Humanidad a lo largo y ancho de este planeta Tierra? Les da por señalar con dedo ígneo a las instituciones educativas; sin duda que tienen su parte, pero… PERO la propia sociedad por un lado, y por el otro, la deleznable actuación de los gobernantes, han contribuido con creces a tan alarmante deterioro. Regreso a la escuela. La concepción equivocada de que a través de lecciones en un salón de clases se pueden sembrar valores, no tiene ningún sustento sólido, porque la responsabilidad intrínseca es de los padres de familia, la escuela no es sustituta, coadyuva solamente con el bagaje adquirido en casa. 

El desarrollo y sobrevivencia de la humanidad subyacen en la conservación y transferencia de conocimientos, creencias, conductas o comportamientos, que les dan cohesión e identidad a los integrantes de una comunidad, llámese grupo, tribu o pueblo, y esto permite su permanencia en el tiempo. Los elementos mencionados constituyen la idiosincrasia de los pueblos, de ahí la relevancia de los valores y principios que en el núcleo primigenio de la sociedad se aprenden; es decir, en el seno de LA FAMILIA, porque es ahí esencialmente donde se BEBEN, y subrayo: son anteriores a las instituciones escolares, sean estas formales o informales. Desde esta perspectiva, entonces, la escuela solo es transmisora de conocimientos y creencias. Los principios y valores que serán la guía a la que deberán ceñirse nuestras conductas, el ordenamiento interior que nos llevará a comportarnos como PERSONAS, nos los enseñan en casa, de ahí los recibimos o debiéramos recibirlos. 

Con el correr de los años, fueron tantos los conocimientos acumulados y el crecimiento poblacional tan grande, que las sociedades se vieron forzadas a concentrarlos en instituciones formales que no son otras que las escuelas. Sin embargo, en lo que atañe a inculcar valores, ese es deber de consanguinidad. Va a pensar usted que soy una machacona, pero lo que trato de compartirle es que la escuela solo coadyuva al fortalecimiento y enriquecimiento de los valores que el niño o el joven traen de casa. Por eso son tan importantes el diálogo y el ejemplo, y los padres de familia tienen el deber sagrado de procurarlos, TODOS LOS DÍAS. 

La educación es un tesoro muy valioso, va más allá de lo susceptible de evaluarse en términos de riqueza material. Las personas son lo que son gracias a la educación que reciben. La educación es el instrumento idóneo para transformar a la sociedad, solo a través de ella el mundo se hace más justo, sostenible y habitable. Los padres tienen que cobrar conciencia de que DÁRSELA a sus hijos  no es discrecional, es OBLIGATORIO. Forma parte del listado de deberes INELUDIBLES.

Educar es un proceso que perdura a lo largo de nuestra vida. Todos los días educamos y nos educan. No es sencillo, pero vale la pena no quitar el dedo del renglón. Educar es un proceso lento que demanda mucha paciencia, humildad, compromiso y mucho amor. No hay atajos, y tampoco exageraciones, porque podría ser asfixiante y entonces el resultado no será el deseado.

La escuela es complemento de lo aprendido en casa, por eso es muy gratificante que el coadyuvante; es decir, el maestro, esté casado con los mismos objetivos: Formar personas con valores, que sean útiles para sí mismas y para la sociedad de la que forman parte.

Muchas felicidades a los maestros que se respetan a sí mismos y ennoblecen la dignísima profesión que eligieron para servirle a México. Un abrazo entrañable para los maestros de verdad; para quienes ejercen la enseñanza por lo que significa y conlleva, para quienes de corazón dedican su vida a la educación de lo más bello que tiene este País, los niños y los jóvenes. Muchas gracias por su contribución.

Siempreviva



9 Mayo 2015

En México celebramos a nuestras madres el 10 de mayo, pero no en todos los países lo hacen en la misma fecha. En Rusia y Rumanía, es el  8 de marzo, en Inglaterra e Irlanda, el cuarto domingo de Cuaresma, en Egipto, Líbano, Marruecos y Siria, el 21 de marzo, en Alemania, Austria, Bélgica y Colombia, el segundo domingo de mayo. Los malasios, los salvadoreños y los sauditas, igual que nosotros.

La celebración es antiquísima. Egipcios, romanos y griegos, ya la tenían, con diferente connotación, pero al final del día era en honor de la maternidad, de la “gran fuerza fecundadora de la naturaleza”. En Europa, el primer antecedente data del siglo 17, con una vertiente más humana y similar a la actual. Era el cuarto domingo de Cuaresma, destinado a honrar con flores a la “Iglesia Madre”. Fue en 1600 cuando por decreto se les dio el día libre a los trabajadores para reunirse con sus familiares y celebrar el Día de la Maternidad.

En nuestro país se festejó por primera vez en 1911, pero sería hasta 1922 por iniciativa de Rafael Alducín, director del periódico Excélsior, seguramente influenciado por José Vasconcelos, entonces Secretario de Educación, que quedó institucionalizado. Al margen del carácter comercial que le han impuesto a la fecha, sin duda alguna que es cara a nuestro corazón.

Yo adoro hablar de mi madre. Rosario, no obstante que se fue físicamente hace casi cuatro años, está más viva que nunca, no solo en mi corazón, sino en la cotidianeidad de mi existencia. Y le comparto algo, recordarla no me produce dolor, sino alegría, y además era tan ocurrente e ingeniosa, que acabo riéndome hasta las lágrimas cuando hago memoria de sus andanzas.

Rosario, jamás fue mi amiga, ni pretendió serlo, siempre fue mi MADRE, así, con letras mayúsculas, y con esa grandiosa investidura me parió, me crio, me cuidó, me amó, me protegió, me educó, me dio los cintarazos que me gané a pulso con mi carácter rebelde y mi talante explosivo, me moldeó el modito, me inculcó principios, me hablaba espeso y contundente cuando me quería salir del huacal, sobre todo en los años altaneros de mi adolescencia.

Nunca me cumplió caprichos y miren que fui su única hija, y le agradezco en el alma porque eso me enseñó a no sobredimensionar ni cosas, ni hechos, y a ser feliz con lo que hay. Acicateó mi carácter para que nunca me diera por vencida y para que aprendiera a depender de mis fuerzas interiores. Nunca fue ni dulce, ni suave, no tuvo quien la enseñara a serlo, Rosario quedó huérfana a los 7 años de edad, de modo que desarrolló una coraza muy gruesa para protegerse del rigor de la vida que le tocó vivir.

Me dio cátedra de perseverancia, de fe en Dios y en sí misma. Su reciedumbre, su fuerza de voluntad inquebrantable, su frontalidad para encarar personas y hechos, nunca dejaron de asombrarme. Jamás la escuché decir que estaba aburrida, no tenía tiempo para esos “lujos”. Hubo ocasiones en que la vi agobiada por el cansancio, pero su autodisciplina la mantenía en pie, y sabrá Dios de dónde sacaba fuerzas de flaqueza para concluir cuanto se echaba a cuestas. Tenía por regla acabar lo que empezaba, topara en lo que topara. 

Mi mamá no sabía decir te amo, pero siempre supe que yo era lo más querido a su corazón y lo más importante en su vida, con sus hechos me lo expresaba todos los días. No le gustaba dar besos, ni que la besaran, pero yo como quiera la abrazaba y le daba muchos, y no le quedaba de otra más que aguantarse, yo creo que una de mis nietas salió a ella, pero también se rinde, baja sus bracitos y me deja que la apriete contra mi corazón.

Mañana es 10 de mayo, y compartir con usted estos recuerdos, que en el alma agradezco que lea, es una manera de abrazar a mi madre, y decirle cuanto la amo, la quiero, la respeto y la admiro. Celebre a la suya, abrásela, procúrela, disponga siempre de un espacio para estar con ella.

Muchas felicidades mamás, a todas. Dios las guarde siempre.

Celebre a la suya, abrásela, procúrela, disponga siempre de un espacio para estar con ella

Con la cabeza fría



2 Mayo 2015
El jueves de esta semana cerramos el último período del tercer año de la Sexagésima Segunda Legislatura del Congreso de la Unión, no obstante, nuestro trabajo como diputados concluye el 31 de agosto, la Comisión Permanente queda a cargo del Poder Legislativo de la Unión hasta esa fecha, le comparto que soy integrante de la misma. El 7 de junio los mexicanos renovaremos la Cámara de Diputados, hago votos porque la participación en el cumplimiento de esta responsabilidad sea alta, rompiendo el paradigma de que se trata de una elección “huérfana” y que, en consecuencia, no vale la pena ocuparse de ella, rematada con “al cabo que da igual votar o no votar, todos son iguales, ni a cual irle.” No es así, apreciado lector, lectora, aunque lo parezca, no es así.

El día que el electorado en este País nuestro le otorgue el peso que tiene a la integración del Poder Legislativo, y que se vuelva puntualmente cuidadoso en la revisión de la trayectoria de cada uno de los aspirantes al cargo, y decida conforme a esto, y no a la propaganda en la que solo aparece el candidato o candidata con una sonrisa de oreja a oreja y una frase pegajosa con la que invita a votar por él o por ella, y además haga hincapié en su honorabilidad y honestidad, que debiera ser primordial a la hora de tomar decisiones, otro gallo va a cantarle a México.

Los mexicanos se quejan amargamente del desempeño de sus representantes, pero infortunadamente no se ocupan de elegir racionalmente. Si existe un cargo público que no goza de las simpatías de la ciudadanía es precisamente este que estoy casi terminando, el de diputado, en mi caso, diputada. Los calificativos más duros son para los legisladores, entre los pronunciables destacan: “sinvergüenzas, vividores, cínicos, inútiles, levantadedos, vendepatrias…”, y de ahí para adelante. Si a esto le suma el desconocimiento que el grueso de la población tiene respecto a las tareas que les corresponden realizar a los legisladores, pues el repudio se agiganta. En el artículo 73 de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, se establecen las facultades que tiene el Congreso de la Unión; en el 74 las que son exclusivas de los Diputados, y en el 76 las de los Senadores.

Si se leen las disposiciones en cita, no quedará ninguna duda que las funciones sustantivas de un legislador son LEGISLAR; es decir, hacer leyes en las diferentes materias que ahí se especifican; APROBAR O RECHAZAR previa discusión, el Presupuesto de Egresos de la Federación y la Ley de Ingresos; REVISAR la cuenta pública; HACER nombramientos de ciertos funcionarios que particularmente corresponde a alguna de las dos Cámaras,en el caso del Senado; atender lo relativo a la política exterior, y demás que la propia Constitución establece. También corresponde a los legisladores DENUNCIAR los abusos e irregularidades que se cometan en el ejercicio del poder público. Lo que usted no va a encontrar en ninguna parte del articulado, es que a diputados o senadores corresponda otorgar la prestación de servicios públicos; esa es tarea del Poder Ejecutivo en sus distintos niveles de gobierno, o repartir despensas y todo género de mercaderías para tener a los más necesitados de rodillas, eso es una sinvergüenzada que ha contribuido con creces a robarles la dignidad a las personas, haciéndolas dependientes hasta la consumación de los siglos, para daño propio y del País. Tampoco hallará en el articulado ningún sustento jurídico para que el Congreso ordene la ejecución y observancia de las leyes, esas son facultades del Poder Ejecutivo.

Si usted quiere verdaderos representantes en la Cámara tiene que elegirlos con la cabeza fría, y llegados al cargo, no los deje, exíjales que cumplan con lo que le prometieron cuando fueron a la puerta de su casa a pedirle el voto; pero analice las promesas, porque estas tienen sentido y se podrán cumplir si se vinculan con las facultades establecidas en la Constitución, de otra manera le seguirán tomando el pelo. Los legisladores le deben el cargo a usted, por eso están obligados a rendirle cuentas; esa exigencia lo legitima a usted también como representado. 

Califique de manera objetiva el desempeño de quienes concluimos el mandato que usted nos dio, conociéndolo. En la página del Congreso se destaca de manera pormenorizada, consúltela por favor. Evalúenos de acuerdo a las facultades que tenemos, verifique como las ejercimos. Estoy segura que esto le dará elementos para decidir a quien le otorga su confianza en las urnas el próximo 7 de junio. Consérvelos en su memoria, es una solicitud respetuosa.