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sábado, 21 de noviembre de 2015

No lo traen en los talones…

Noviembre 21, 2015
En la antigua Grecia el Ágora constituía el espacio público por antonomasia para que fluyera la vida política. Ahí se discutía, se debatían los grandes temas, los que eran de interés general, como la ética y la educación, porque para los atenienses el terreno político era el terreno de lo común. Hacer política para ellos era lo cotidiano, se entendía como un deber irrenunciable. No participar en los asuntos de su comunidad era abdicar expresamente a gobernarse, y por ende, a ser libre. 

Roma conquistó a Grecia, pero aprendió de los padres de la democracia a privilegiar el espacio político, y fue el Foro el epicentro del encuentro que le daría al mundo el legado de la bases magistrales del derecho moderno. 

Hoy día, el lugar público en el que se delibera lo constituyen los medios masivos de comunicación: la televisión, el instrumento omnipresente en el grueso de las casas de los mexicanos. La televisión es poder, “si no sales en la televisión no existes…”. Ahí se fabrican ídolos -y no les da mucho trabajo, aquí adoramos las lentejuelas y la bisutería barata, nomás que brille…- y los encumbran e igual los convierten en papilla de la noche a la mañana. Se hacen presidentes de la república y gobernadores con esposa actriz por encargo, y se hunde a lideresas que se salen del huacal.  

La política en la actualidad se adecúa al lenguaje mediático. Lo que vende es el desprestigio del adversario, la gente se ha ido acostumbrando al predominio de los mensajes negativos, son los que ve y los que oye, y algunos leen, y los medios lo saben, los comunicados positivos NO SON RENTABLES, son muy aburridos. 

Los escándalos, la política escándalo, es muy efectiva, entre más mugre se exponga se vuelve más atractiva. Los contenidos no importan ya en la noticia, lo que la vuelve “exitosa” es el grado de calumnia y demagogia que destile. Todo es forma no fondo. La televisión es un medio infalible para captar adeptos y mantenerlos en el cautiverio de la manipulación. Es el uso mezquino de la tecnología. Los resultados de esta acción conducen a la desinformación y al debilitamiento de nuestra de por si enteca democracia. Los sofistas redivivos en pleno siglo 21. ¿De qué se nutre la política actual? ¿De críticas con “fundamentos” inventados y pagados $$$$$ con mucha, pero muuucha... largueza?

Hay ejemplos para dar y prestar, de quienes hoy tienen el bastón de mando y lo han utilizado única y exclusivamente en defensa de sus propios intereses, desencadenando con ello la repulsa en unos y la incredulidad en muchos. ¿Se puede con este tipo de sabandijas generar cambios sustantivos en la realidad de nuestro País? No es posible, porque aunque la conozcan no les interesa transformarla en beneficio de sus gobernados. Para que este interés exista se requiere tener principios y respeto por los valores humanos. 

Porque solo así la política se vuelve humana. Y en el ejercicio de una política de esta naturaleza, el orden público, el diálogo, el respeto, la inclusión, la tolerancia, la búsqueda del bien común, se convierten en instrumento de solución de las diferentes problemáticas que se presentan en el seno de una colectividad. La política se construye en el día a día, es labor de hombres, no de bestias irracionales, es tarea de seres humanos que se importan y se empeñan en serlo. 

En alguna parte leí que sembrar dudas y desconcierto son un material muy eficaz para talar el árbol que hace sombra. Por eso la descalificación por consigna se practica tanto en nuestra ciudad capital. Al blanco de semejante exhibición de  mediocridad, usted lo conoce, estimado leyente. Schopenhauer lo expresa de manera magistral, lo transcribo:  “Cuando se advierte que el adversario es superior y se tienen las de perder, se procede ofensiva, grosera y ultrajantemente; es decir, se pasa del objeto de la discusión (puesto que ahí se ha perdido la partida) a la persona del adversario, a la que se ataca de cualquier manera... Esta regla es muy popular; como todo el mundo está capacitado para ponerla en práctica, se utiliza muy a menudo”. 

¿Más claro…? El miedo no lo traen en los talones, ya está más arriba…en el 17 no los dejará, como decía mi madre, ni resollar

¿Mando único?

“El amor a la tranquilidad pública es con frecuencia la única pasión política que conservan los pueblos”.
Alexis de Tocqueville
  Noviembre 14, 2015
 
Estará usted de acuerdo conmigo en que en un tema tan sensible como es la seguridad pública, que tiene a su cargo el Estado, éste debiera propiciar espacios de deliberación informada en los que dé cuenta a la sociedad en su conjunto de las repercusiones que acarrea una reingeniería en un ámbito de sus facultades que  implica el uso legítimo de la fuerza para salvaguardar el orden público y el respeto a la convivencia pública en paz. En el ejercicio del poder en nuestro País, es muy común que se le olvide al gobernante en turno la observancia de esta regla de oro. Se explica claro, en el conocimiento que tiene de la población en lo general, con respecto a la factoría de leyes, toda vez que no es asunto que le quite el sueño. Y es que  los gobiernos priístas dan por sentado que quien tiene el bastón de mando –válgase la analogía– pues puede hacer lo que le venga en gana con la venia y sin la venia de quienes le pagan la dieta.

Este preámbulo viene a cuento por la iniciativa de ley con la que el Presidente Enrique Peña Nieto –bueno, la nomenclatura que lo mueve– pretende crear el mando único policial en nuestro País. Me voy a permitir compartirle lo que dice la ley actualmente. En el artículo 115, fracción III inciso “h” de nuestra Carta Magna, relativo a la regulación del Municipio, se establece con toda claridad que estos tienen a su cargo la seguridad pública, en los términos del artículo 21 constitucional. El 21 prescribe que esta función no solo está a cargo de los municipios, sino también de la Federación y las entidades federativas, y que comprende la prevención de los delitos; la investigación y persecución para hacerla efectiva, así como la sanción de las infracciones administrativas, en los términos de la ley, en las respectivas competencias que esta Constitución señala (sic). También, y lo destaco, mandata que: “El Ministerio Público y las instituciones policiales de los tres órdenes de gobierno DEBERÁN COORDINARSE ENTRE SÍ para cumplir los objetivos de la seguridad pública y conformarán el Sistema Nacional de Seguridad Pública”.

Pues ya no le gustó al priato, y ahora quieren reforma. Las “razones” que esgrimen es que las corporaciones policiales municipales no han tenido la solidez que se requiere para hacerle frente a la delincuencia organizada, y pretenden por ello quitárselas y entregarla al gobernador de la entidad federativa, pero no presentan evidencia contundente para sustentar que el mando único estatal policial, va a resolver los problemas multifactoriales del fenómeno, y además lo apuntan como un problema generalizado, Y NO ES ASÍ. Derivado de esto, lo razonable es que la intervención se dé solamente cuando se amerite.  

La propuesta presidencial, a más de que constituye un riesgo para el federalismo, le quita la función de Policía de proximidad y fuerza pública al Municipio. Parte, además, de una premisa falsa, subrayando que los problemas de seguridad son fundamentalmente provocados por la delincuencia organizada en los municipios. La realidad es que la infiltración del crimen toca TODAS las estructuras, las estatales y las federales no se libran. Es a todas luces una nueva forma de intervencionismo y no un mecanismo subsidiario, pues pasa por alto al Congreso estatal, como lo apuntó el senador Roberto Gil.

No se vale pretender meter con calzador que el mando único es una panacea para la seguridad pública, porque NO LO ES, verbi gratia, en Estados Unidos hay 13 mil agencias de aplicación de la ley y tal dispersión ni las hace ineficaces ni les impide coordinarse. El asunto no es el Mando Único. El problema e s la falta de voluntad política y de responsabilidad de los gobernantes. La subordinación de los municipios no va a resolver NADA; la coordinación SÍ, tal como lo establece la legislación actual. No hay razón para alterar la Constitución. En mucho lo que debe solventarse es el problema presupuestal en municipios a los que han tenido en el abandono.

Los expertos señalan que la pérdida de interlocución del ayuntamiento ante la sociedad se recrudecerá, al no poder ofrecer directamente condiciones de orden y de seguridad y destacan el peligro de conflictos político-administrativos en el caso de autoridades estatales y municipales que pertenecen a diferentes partidos políticos al tomarse decisiones operativas que no se compartan. Y otro problema a combatir, el de la corrupción inmersa en las corporaciones, ¿los va a solucionar el mando único? Si el Gobierno peñista cuerpeado con su mayoría parlamentaria variopinta se aferra en imponer su dizque reforma policiaca, porque puede y repuede hacerlo, quienes pagarán con creces tal perversión, serán…Usted, estimado leyente, sabe perfectamente quienes son los destinatarios. El priato quiere el control absoluto del País, y va hacia allá, se lo van a garantizar virreyes como el de casa.

Titiritero

Noviembre 7, 2015
 
A través de ella se “fabrican” imágenes falsas de la realidad, implica su ejercicio una serie de tretas y montajes para engatusar a quienes por no estar conscientes de semejantes simulaciones, son campo virgen para infestarlos. Estoy refiriéndome a la manipulación, generoso leyente, ese ejercicio retorcido y abusivo del poder. Al encubrir la verdadera naturaleza de los motivos, medios o fines que sustentan sus acciones, sus destinatarios no oponen resistencia, en consecuencia, no necesita ni persuadirlos ni convencerlos, solos se entregan.

Uno de los primeros estudiosos de la psicología de las masas, Edward L. Bernays, sobrino de Sigmund Freud, escribió en su libro “Propaganda” (1928): “La manipulación deliberada e inteligente de los hábitos estructurados y de las opiniones de las masas es un elemento importante en las sociedades democráticas. Aquellos que manipulan este oculto mecanismo de la sociedad constituyen un gobierno invisible que es el verdadero poder dirigente de nuestro país. Somos gobernados, nuestras mentes están amoldadas, nuestros gustos formados, nuestras ideas sugeridas, en gran medida por hombres de los que nunca hemos oído hablar”. 

En otro de sus libros, “Cristalizando la Opinión Pública”, disecciona los mecanismos cerebrales del grupo y la influencia de la propaganda como medio  para unificar su pensamiento. De modo que, según su razonamiento: “La mente del grupo no piensa, en el sentido estricto de la palabra. En lugar de pensamientos tiene impulsos, hábitos y emociones. A la hora de decidir su primer impulso es normalmente seguir el ejemplo de un líder en quien confía”. Este es uno de los principios más firmemente establecidos por la psicología de masas”, ergo, la propaganda de un gobierno manipulador, se dirige entonces, no al individuo, sino al grupo en el que la personalidad de éste, en su plano unidimensional, se desdibuja y no es más que un punto x en el entramado de falsas expectativas creadas y sueños “guajiros” comunes que lo sustentan.

Lo que hoy estamos viviendo es una dictadura “invisible” que ha ido “domesticando” al individuo, volviéndolo acrítico, miedoso y conformista, típico de una sociedad homogénea, uniforme y manipulable, aquellos a quienes el sociólogo y filosofo alemán Herbert Marcuse, conceptuaba como “atados a la pasividad política”. 

Hoy día, aun con elecciones dizque democráticas de por medio, tenemos gobernantes con claros tintes totalitarios -autoritario, inflexible y centralista- para desgracia de los gobernados. Hoy, a diferencia de los juegos de poder que analizaba Nicolás Maquiavelo, y que tenían lugar en la oscuridad de los pequeños corrillos cortesanos, la tecnología los ha catapultado hasta el infinito, el daño se ensancha porque abarcan espacios inimaginados en la Edad Media, la potencia y alcance de la manipulación está operando sin regulación ni contención alguna. 

En entidades federativas en las que nunca ha habido alternancia en el Poder Ejecutivo, ni mayorías legislativas distintas a las de siempre, el mandamás en turno ordena una descalificación mediática permanente a sus opositores, persecución disfrazada de auditorías con marcaje personal -que jamás las ordenará, no porque sean parte de sus facultades, sino porque “manda” en el facultado, en administraciones municipales de su mismo color- y es que hacerlo lo estima como parte de los “logros” de su mandato. Ordena factoría de leyes a su modo y conveniencia, y tergiversa la realidad con la mano en la cintura. Y además la impunidad está garantizada. 

Noam Chomsky, menciona entre las estrategias más efectivas de gobiernos manipuladores, la de la impartición de educación sin calidad porque es una arma de control y esclavitud infalible. Lo transcribo: “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposible de alcanzar para las clases inferiores”. Otra más: Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad. “Hacerlo creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto.” ¿Cómo ve? ¿Le suena familiar?

Por ello es insoslayable generar un nuevo orden, uno en el que se privilegien el pluralismo, la inclusión, la igualdad y la equidad; uno en el que la racionalidad y la transparencia tengan sitial en primer plano, porque son estas dos premisas el fundamento, la fuerza, para contrarrestar los efectos perversos de la manipulación que hoy envenena el ejercicio del poder público para mal y daño de los gobernados.

Azúcar para la muerte

Octubre 31, 2015

Octavio Paz, en “El Laberinto de la Soledad”, hace un retrato fiel de los mexicanos en muchas de nuestras conductas, percepciones y conceptos del mundo y las cosas que lo componen, y la muerte no es la excepción. Transcribo: “El mexicano frecuenta a la muerte, la burla, la acaricia, duerme con ella, la festeja, es uno de sus juguetes favoritos y su amor permanente”. 

Fíjese usted como confluyen dos sentimientos distintos y al final son uno. La desprecia, porque se burla, pero a la vez la venera porque sabe del encuentro irreductible que un día tendrá con ella. Al mexicano le fascina hablar de ella con irreverencia y cariño a la vez, a grado tal que le ha puesto diferentes motes: la Pelona, la Flaca, la Huesuda, la Parca, la Catrina y hasta cuando el florido lenguaje dice que a alguien se lo cargó la Chin…, pues la referencia es más que clara. 

El mestizaje nos trajo dos conceptos distintos de la muerte. La religión católica impuesta por el conquistador funcionó con miedo; es decir, adoctrinaron con este componente. Utilizaron el miedo a la muerte como instrumento para la conversión y fidelidad, con infiernos y diablos para todo aquel que no se acotara a la nueva fe. 

Bien distinto del entendido en las culturas mesoamericanas, en las que el inframundo no es más que un nivel nuevo, ascendente siempre. Esto explica la ausencia de temor a ser castigado por el comportamiento terreno, vinculado a que morir con honor era el paso para alcanzar la felicidad eterna.

Este encuentro que se amasa con la resistencia del indígena a olvidar sus rituales prehispánicos y el empeño de los frailes a que así fuera, a lo largo de los siglos se fue transformando. Las festividades y ritos paganos fueron adoptando el culto a los santos y se convirtieron en fiestas católicas, que fueron definitivas para la integración comunitaria. Oraciones y ofrendas se mezclaron, y hasta la fecha persiste esa tolerancia en forma de religiosidad.

No puedo escribir sobre la festividad del Día de Muertos en nuestro País, sin mencionar a José Guadalupe Posada, uno de los intelectuales más distinguidos de la cultura popular mexicana.

Don José utilizaba en sus grabados esqueletos y representaba en ellos las vanidades de los poderosos del porfiriato, junto con las marcadas desigualdades sociales que se vivían. Su célebre Catrina y los caballeretes de bombín y librea, y el peladito de barriada, fueron recurrentes en su obra. Así empezaron a hacerse “calaveritas”, escritos que hasta la fecha subsisten y que se encargan de ridiculizar o criticar a los políticos. “Verdaderas delicias”, como decía mi maestro de Lógica, cuando son escritas con ingenio, elegancia y picardía.

Rica la tradición de los altares de muerto que no debemos permitir que se pierda con la avalancha de la cultura estadounidense, porque esa no es nuestra. Lo de aquí son las flores de cempasúchil, amarillas como soles, adornando las tumbas de los que ya se fueron de la tierra pero están vivos en el cielo de la memoria de nuestro corazón. 

La festividad del Día de Muertos como se vive en Mixquic, en Janitzio y Pátzcuaro, y en muchos de los pueblos de Oaxaca, con las tumbas cubiertas de flores, de cirios chispeantes, de las calaveritas de azúcar con el nombre del difunto en papelitos brillantes que les pegan en la frente, de los platillos en los que la calabaza se convierte en reina, las enchiladas, el pozole, el mezcal, el tequila, el pulque… es digna de verse, porque ese es México, esas son nuestras tradiciones y debemos de gozarlas y transmitirlas a nuestros hijos y nuestros nietos. 

Enséñele a sus niños a amar a su País, muéstreles las hermosas tradiciones que nos dan identidad como nación. Organíceles un rato de televisión para que se deslumbren con el espectáculo de la celebración de la Noche de Difuntos en Janitzio y, en lugar de palomitas, déles calaveritas de azúcar y calabaza en tacha. No permita que se pierda en la indiferencia y/o en el olvido, lo que nos da cohesión como País.

La dama de los alcatraces

Octubre 24, 2015

He estado en Oaxaca muchas veces. Su capital es de ensueño, la plaza en la que se yergue majestuosa su principalísima iglesia: La Soledad, llena del encanto único de la provincia, sombreada por los árboles milenarios y arrullada por la música de las marimbas que suenan y suenan desde la arquería de los edificios con los que hace vecindad, con el “Dios Nunca Muere”, de Macedonio Alcalá. Me gusta ir a su mercado y disfrutar del tasajo y de los frijoles negros aromatizados con hojas de aguacate y las tortillas calientes recién saliditas del comal, que son manjar de reyes al degustarse. Y no me pierdo comprar siempre que voy, vestidos típicos de esa tierra sureña, y que para mi gusto son los más hermosos de México.

Montealbán, su majestuosa pirámide; Mitla, el impresionante cementerio zapoteco. Todo eso y más es Oaxaca. Pero en donde nunca he estado es en Santa María Quiegolani, último pueblo zapoteco de la sierra sur de Oaxaca, que colinda con la zona chontal. En español, Quiegolani, quiere decir  “peña tallada”, pero otros dicen que su significado es “dentro del río”. Al margen de lo que el nombre quiera decir, Quiegolani es uno de los 418 municipios oaxaqueños que eligen a sus autoridades bajo el esquema legal de los “usos y costumbres”. De tal suerte que si en el esquema que rige al País en general hay  inconformidades pre, en y post electorales, pues allá se les triplican.

Eufrosina Cruz Mendoza es de Quiegolani. En su tierra, las mujeres no son iguales que los varones, aunque el artículo Cuarto constitucional así lo mandate. Las mujeres son seres invisibles, ni las ven, ni las oyen, aunque existan. 

Desde que son niñas deben trabajar, levantarse antes de que salga el sol, cocer el nixtamal para echar tortillas, limpiar la vivienda, hacer la comida, ir por leña para alimentar el fogón. Su misión es servirle a los varones, primero a sus padres y hermanos y luego al marido. A los 12 años las casan, el novio se los escoge el papá, y a partir de ese momento se repite el ciclo ancestral: tener hijos por montones y miseria tras miseria. Las mandan a la escuela básica: primaria, y nada más, para no tener problemas con la autoridad. Pobreza y machismo son dos cruces muy pesadas.

Eufrosina Cruz, se negó a cargar con ellas. Su historia de vida es extraordinaria. Solo el carácter, la fe en sí misma y la fuerza de sus convicciones, explican el tamaño de su proeza. Me constan, tengo la fortuna de conocerla, fuimos compañeras diputadas en la 62 Legislatura.

A los 11 años dijo a su padre que ella no quería casarse, que quería estudiar. La ira no se hizo esperar ante semejante atrevimiento, pero Eufrosina no se amilanó, finalmente accedió a que se fuera, pero la condición fue contundente: No hay ninguna ayuda. Y no la hubo.

Diez horas caminó, y con mucho miedo, desde Quiegolani hasta el pueblo más cercano para emprender lo que se había trazado. ¿Sí pondera usted el tamaño de la decisión tomada por una niña de 12 años? ¿La fuerza interior que se necesitaba? Porque además de la edad, ni siquiera hablaba español con fluidez, ni nunca había salido de su comunidad. Y se fue y trabajó y estudió de manera simultánea, y acabó secundaria, y enseguida la preparatoria en Oaxaca capital, con el mejor promedio de su generación. Y luego la universidad. Eufrosina sabe de discriminación, la ha vivido en carne propia, no de oídas. Fue blanco de burlas por su acento y por su pobreza, fuera de su pueblo y en su propio pueblo ¿Sabe por qué? Porque tenía estudios y soñaba con ser más. Cuando iba de vacaciones el espíritu se le rebelaba, la voluntad se le encendía, porque en Quiegolani, todo aquello por lo que ella se había ido, permanecía exactamente igual. Y decide entonces, que eso tenía que cambiar. No sabía con claridad cómo iba a conseguirlo, solo que tenía que hacerlo. Y lo hizo. Y con creces. Se movió y movió e inició su revolución de los alcatraces. 

Buscó la Alcaldía y la ganó, pero el machismo se la arrebató. Pero no se sentó a llorar, ni a lamentarse. Peleó por ella, no gobernó, pero fortaleció su voluntad y movió conciencias y rompió esquemas, mitos y consejas, y demostró que sí se puede ganarle a la adversidad. La niña de Quiegolani, “La China”, como le dicen en su pueblo, fue Diputada local y Presidenta de la mesa directiva del Congreso de Oaxaca, y hasta el 31 de agosto de este año, Diputada federal. Y tiene reconocimiento internacional por su lucha a favor de las mujeres que no tienen voz, pero sí una inmensa necesidad de equidad y justicia. Y ahora a Eufrosina, ya se le abren las puertas, todas las que antes se le cerraban, porque se empeñó en que así sucediera. Su revolución de los alcatraces – calas en Oaxaca – está viva. 

Todavía pesa como plomo la discriminación, todavía hay un largo camino que recorrer para que verdaderamente, en los hechos, se refleje que en este País el piso es parejo para mujeres y hombres, y que no hay diferencias para alcanzar los sueños y volverlos reales. 

Hoy está Eufrosina Cruz de visita en Saltillo, y nos va a compartir de viva voz su odisea de vida y cómo se le hace, contra viento y marea, con toda la adversidad de frente, para no dejarse avasallar y realizarse a plenitud como ser humano.

Hagamos patria

Octubre 16, 2015

Los seres humanos somos gregarios por naturaleza; hay lobos esteparios, pero no son el común. Cuando recuerdo mi infancia, tengo vivas las imágenes de lo que era el entorno en el que crecí y el significado que tenía para quienes formábamos parte de esa comunidad en la que todo nos resultaba familiar. 

Los vecinos eran parte de nuestra familia, no teníamos solo a nuestros padres biológicos, sino muchos padres y madres, que en cualquier momento podían llamarnos la atención, entrar a la casa del de enfrente era exactamente lo mismo que entrar a la nuestra. Sabíamos el nombre del abarrotero, del plomero, del zapatero...; se jugaba en la calle, nuestras madres -al ponerse el sol- se juntaban a platicar o desde la casa de una y otra intercambiaban palabras; era muy común que se convidaran platitos del guiso del mediodía. Si alguien se enfermaba medio mundo se desvivía por ayudar. Los nacimientos y los decesos eran motivo de alegría o de tristeza, de TODO el vecindario.  

Cuando lo platico con jóvenes ponen cara de: “¿De qué está hablando?”. Y es que eso hoy día ya no existe, ni en las grandes, ni en las medianas, ni en las pequeñas comunidades. Nos hemos ido convirtiendo en ínsulas; somos expertos en levantar murallas, se nos olvidaron los puentes. 

Hay un desapego inmenso de afectos y de consideración entre nosotros. Cada día aumentan las soledades interiores, las orfandades de espíritu, porque todo lo que constituye humanidad lo hemos ido dejando sabrá Dios en qué parte de nuestros olvidos. Nos hemos ido comiendo nuestra identidad, ya no es importante reconocernos, ni sentirnos, ni mirarnos, como lo que somos: HUMANOS.

Por eso la violencia, la delincuencia, la corrupción, la indiferencia, el valemadrismo, etcétera, etcétera, han ido apropiándose de hombres y de ciudades. Perdimos sentido de comunidad, de entendernos como parte de un todo que está vivo. Cuando a la embajadora de Finlandia en México, en un evento al que tuve la oportunidad de asistir, le preguntó uno de los asistentes que ¿cuál era el valor principal que desarrollaban en la escuela a los niños de su país? La respuesta fue SOLIDARIDAD. ¿Y en México? ¿Y en casa? ¿Qué se les enseña a los niños?

Tenemos que recuperar nuestro sentido de pertenencia. Tenemos que enseñarles a los niños y a los jóvenes a sentirse parte de su colectividad, porque al desarrollar identidad, nace el apego a, y entonces NOS IMPORTA, y lo que nos importa lo estimamos NUESTRO, y lo NUESTRO se cuida, se procura, se conserva, se defiende, se aprecia, se atesora.


En Brasil, en 2004 se presentó una innovadora iniciativa de política cultural como un programa estatal y su anclaje en la sociedad. Esta propuesta de abordaje se centró en la Cultura como eje principal para el desarrollo y la transformación social, y presentó una nueva forma de relación y articulación entre Estado y Sociedad para la gestión y el desarrollo de las comunidades, teniendo como sustento la autonomía, el protagonismo y el empoderamiento social. Lo más relevante es que se traduce en una serie de acciones concretas y sistematizadas, que tienen como base el trabajo en gestión y desarrollo comunitario, donde cada persona puede contar con la otra para seguir creciendo porque sus causas son comunes.

La autogestión se convierte en un motor que transforma la realidad social. Le da un golpe de muerte a la DEPENDENCIA, al POPULISMO. Reconstruye la acción política y la sociedad entiende el ejercicio del poder del Estado como debe ser, porque la fuerza procede de la comunidad misma y se construyen relaciones entre esta y las autoridades, más dinámicas, horizontales y democráticas.

Desarrollar esto es una de las prioridades de la administración municipal de Saltillo, y en ello se está trabajando. Los Centros Comunitarios son el espacio para generar esta nueva cultura. Están concebidos para convertirse en núcleos de empoderamiento ciudadano. Ahí la comunidad tiene su reencuentro y aprende a generar acciones para mejorar su vida. No está fácil, pero tampoco es imposible.

La comunidad define sus prioridades, señala las problemáticas que hay que resolver, se hace cargo de sí misma y exige a la autoridad lo que por derecho le corresponde. La autoridad asume su papel, el que siempre debió tener y para lo que fue concebida: PARA SERVIR.
Esto es HACER PATRIA. Y sí se puede.

Cuando de cambiar se trata

Octubre 9, 2015
Cambiar es un verbo que solemos utilizar  – en campañas electorales es muy recurrente – porque lleva implícita una provocación, un reto; porque cambiar es mudar, modificar, pasar de un estado de cosas a otro distinto, nos remite a una transformación. 

La palabra “vende” según los mercadólogos, y convence más o menos, dependiendo de quien la plantee. Sin embargo, muchas veces se olvida hacer hincapié en que se aspira a un cambio para mejorar. Y debiera subrayarse, porque se vive en una época en la que los políticos, particularmente, son aborrecidos por la comunidad, y referirse a su actuación va desde ignorarlos hasta mentarles madres y otros epítetos impronunciables.

Pero cambiar es una exigencia que NINGÚN GOBIERNO que se precie de respetar a la ciudadanía debe ignorar. La ausencia de confianza y de credibilidad en la autoridad NO ES ASUNTO MENOR. Hacer un alto y replantearse como se están haciendo las tareas de los gobernantes y como las están percibiendo sus destinatarios, es parte sustantiva de la función pública. ¿Hay o no hay vinculación entre la realidad y lo que atiende el servidor? Porque es ahí donde se acaban los asegunes y se confrontan los hechos como van.

¿Cómo puede – por ejemplo – un gobierno pronunciarse a favor de la transparencia – con ley de por medio, ordenándola – y actuar en la opacidad? ¿Cómo pueden condenarse la corrupción y la impunidad en los discursos incendiarios, y estar inmersos en las dos, practicándolas y/o solapándolas? ¿Cómo puede hablarse de llevar desarrollo social a las comunidades más necesitadas, si lo único que se les ofrece es asistencialismo electorero? ¿Cómo creerle a un gobierno que protege a un grupo de pillastres, que le han robado a discreción a la hacienda pública, y sigue vivos y alimentándose del sistema, o viviendo como marajás con lo robado, sin que se les toque ni con el pétalo de una rosa?
¿Cómo explicarse la actuación de un gobierno que empuja una ley de protección a la vida de los toros, y entonces prohíbe las corridas, pero impulsa otra a favor de privar de la vida a un ser en ABSOLUTO ESTADO DE INDEFENSIÓN? Estoy refiriéndome a la congruencia, a la coincidencia entre el decir y el hacer.

¿Cómo puede haber respeto irrestricto a la libertad de expresión cuando el control a los medios de comunicación es férreo? Explicable en la época de Porfirio Díaz, pero inconcebible en pleno siglo 21: él era un dictador. ¿Cómo hablar de modernidad y avances en la educación, cuando no se tiene empacho en pasarse por debajo de las extremidades inferiores la reforma en la materia, y seguir actuando, como si esta no existiera? Pregunte a los maestros que sí lo son en toda la extensión de la palabra.

Esto provoca una desconexión profunda, una ausencia de empatía entre gobernantes y gobernados. La ausencia de este componente básico y ESCENCIAL para poder gobernar y administrar para TODOS, está a la vista. Hay un abismo de por medio entre unos y otros, y está afectando el desarrollo generalizado de nuestro País. La evidencia es contundente: bonanza para unos pocos y carencia para una multitud abrumadora. 

Los mexicanos debemos estar conscientes de que el cambio de este ejercicio del poder público huérfano de valores como son la justicia, la equidad, la participación, la inclusión, la solidaridad, SI ES ASUNTO NUESTRO. La concentración en el poder político y la dirección del Estado enraizada en la corrupción y la impunidad, han fracturado la gobernabilidad en el País. Nada más vuelva la vista al profundo sur, es tierra de nadie, a esto súmele la presencia feroz del crimen organizado. Asimismo, han facilitado la apropiación de  recursos y bienes a una minoría de la población, y con ello han dañado la base económica nacional y provocado el debilitamiento de la clase media.

La clase media juega un papel preponderante en este desafío al statu quo ¿Por qué? Porque es la más afectada en esta debacle. Las erráticas políticas económicas implementadas por el partido en el poder, la han ido desempoderado sistemáticamente, en todo sentido. En cualquier país del primer mundo, la clase media es abundante, pujante y exitosa. Recuperarla debiera ser prioridad para el Gobierno.

El Gobierno tiene que asumir su responsabilidad para redimensionar su papel en el seno de la comunidad, pero nosotros también. En alguna parte leí que los límites de nuestra conciencia definen nuestro mundo, conozcamos la nuestra, es el primer paso para producir un cambio de gran impacto social. Es URGENTE

lunes, 2 de noviembre de 2015

No cerremos los ojos

Octubre 3, 2015

Dedicarse a la política de tiempo completo, es fascinante, y los médicos, abogados, ingenieros, verbi gratia, apasionados de sus profesiones, deben pensar exactamente lo mismo. El común denominador es que para ejercer cualquiera de estas disciplinas hay que tener vocación. Porque es esta la que hace la diferencia. La política misma y la comunidad, como dice don Rafael Solaz Peñaloza, lo agradecerán.

La corrupción ha demeritado una profesión tan digna como es la política y, sobre todo, con la que se puede generar tanto bien y a tantos, a niveles en que el rechazo se convierte en repulsa. La radiografía es estremecedora, salpica -como es de todos sabido- al propio titular del Poder Ejecutivo, recuérdese la “casita blanca” y, lo más deleznable, el encargado de investigar ya declaró que no hay irregularidad alguna.

Y la tragedia de Ayotzinapa. Es de tal proporciones el batidillo, que llegar a la verdad está más lejos que la distancia de la Tierra a Júpiter. Y así podríamos hacer listado, porque tristemente se da en todos los espacios del ejercicio del poder público.

Las élites que gobiernan, infortunadamente, no son ejemplo de probidad a seguir, sino de podredumbre moral y ética, y esta forma de gobernar ha ido decepcionando a una sociedad, de suyo tan desinteresada del quehacer público.

Esta ausencia de faro moral, sumada al individualismo y materialismo in crescendo, están alimentando con largueza a la indiferencia y a una bruja artera que es la mezquindad. Pareciera que la codicia y el egoísmo le están ganando la partida a la generosidad.

Desde esta perspectiva, ¿cómo puede darse una vinculación entre los valores de la población y los que exhibe la clase gobernante? ¿Puede alguien creer que esta “casta” puede generar la finalidad toral del Estado, concebido este como hecho político, que es el bien común?

Abraham Lincoln, cuando aún no era Presidente de Estados Unidos, decía con claridad meridiana: “El objetivo legítimo del gobierno es realizar para una comunidad labores que esta necesita, pero cuyos miembros, por sí solos, no pueden llevar a cabo, o al menos no pueden hacerlas igual de bien”.

Pero hay tanto cinismo y sospecha de por medio, que han hecho trizas la confianza y la credibilidad ¿Cómo creer en ellos? Su comportamiento huérfano de ética – aunque suene a disco rayado - dejaba mucho, pero mucho, que desear. La opinión pública sobre los gobernantes está manchada de escándalos de soborno, de moches, de mentiras, de actuaciones a medias, de simulaciones de cumplimientos, de compromisos que solo se hicieron de lengua o por escrito, pero a la hora de ejecutarlos, exhiben la impudicia. Se explica entonces como se ahonda la distancia entre representantes y representados. Y aumenta el número de políticos fríos, ajenos a la realidad que los rodea y por ende incapaces de solventar los problemas que agobian a la población.

Por ello insisto en que la política debe adecentarse. Los políticos deben adecentarla con su actuación, deben ocuparse en el desempeño de sus funciones de devolverle al servicio público su esencia, porque estamos alimentando un disgusto social que puede ser de proporciones devastadoras en un País en el que la brecha entre los que tienen y los que no tienen se agiganta.

Y en el que la falta de sensibilidad de un gobierno empeñado en no entender que México es un país distinto al que gobernaron durante 70 años, y ya no aplican sus políticas autoritarias, forjadas desde la unilateralidad de su visión de partido hegemónico, de la que no ha querido desprenderse, está dañando gravemente al País.

Con propaganda pagada millonariamente pretende ocultar la administración peñista su debilidad como gobierno, su falta de oferta política y democrática. Con leyes hechas a modo no es factible que México se desarrolle; es muy difícil generar empleos; con actuaciones opacas no se puede generar confianza.

El gobierno peñista está mostrando signos inequívocos de la decadencia de un régimen, de los que me ocuparé en otras reflexiones. Cierro las de esta entrega, haciendo un llamado a nuestra conciencia y a nuestra responsabilidad como mexicanos, como dueños de la casa.

Refrescando la memoria

Octubre 1, 2015
En 26 de mayo de 2015 aprobamos una reforma constitucional en materia de disciplina financiera para las entidades federativas y los municipios. Partiendo de la grave problemática que enfrentan algunos estados, se decidió a través de la ley poner límites a los endeudamientos de estos. Con esta reforma se pretenden dos cosas: la primera es que se establecen límites al tipo de déficit, es decir al tamaño del déficit que pueden tener los gobiernos locales y también a los montos de endeudamiento y así fomentar una disciplina financiera.

Deudas como la de Coahuila, verbi gratia, debilitan las finanzas públicas, amén del deleznable atraso para el crecimiento económico por la falta de dinero, en detrimento del desarrollo integral de la población, dado el enorme costo en pago de intereses y manejo de la misma. Todos sabemos que cuando las finanzas se operan con responsabilidad y probidad, se pueden destinar más recursos a proyectos de gasto como infraestructura, salud y seguridad.

Por otro lado, una ley de disciplina financiera no puede funcionar si no hay buenas cuentas fiscales y transparencia, de ahí la importancia de esta reforma que privilegia la rendición de cuentas.

En la reforma aprobada se le dan al Congreso facultades para aprobar “los límites y modalidades bajo los cuales dichos órdenes de gobierno podrán afectar sus respectivas participaciones para cubrir los empréstitos y obligaciones de pago que contraigan.”

También se les obliga a “inscribir y publicar la totalidad de sus empréstitos y obligaciones de pago en un registro público único, de manera oportuna y transparente”. Se establece “un sistema de alertas sobre el manejo de la deuda; así como las sanciones aplicables a los servidores públicos que no cumplan sus disposiciones”.

Se establece la creación de una comisión legislativa bicameral, con facultades para analizar la estrategia de ajuste para fortalecer las finanzas públicas de los Estados, planteada en los convenios que pretendan celebrar con el Gobierno Federal para obtener garantías. 

Pudiendo esta emitir las observaciones que estime pertinentes en un plazo máximo de 15 días hábiles, inclusive durante los períodos de receso del Congreso de la Unión. Esto aplicará para aquellos estados que tengan niveles elevados de deuda en los términos de la ley. Igualmente, si se suscribe un convenio para atender el problema, el Congreso tendrá que ser informado de manera inmediata, operará de la misma manera para los municipios que se encuentren en la misma situación. También se autoriza a la Auditoría Superior de la Federación a fiscalizar en forma posterior la deuda de las entidades federativas y las garantías que fiscalizar en forma posterior los ingresos, egresos que otorgue el Gobierno Federal respecto a empréstitos de los Estados y Municipios.

Por leyes no quedamos, siempre lo he dicho, el problema es su inobservancia. Si esta reforma tiene la misma suerte de la educativa, cuente usted con que seguirá a la alza la caterva de políticos sinvergüenzas… sí, de esos, de los que tenemos en Coahuila, gozando de la impunidad que los ampara, viviendo como marajás y riéndose a mandíbula batiente del pueblo al que robaron y defraudaron.

sábado, 26 de septiembre de 2015

Se han puesto de moda



26 de Septiembre de 2015

Sergio Fajardo, matemático de formación, arribó a la política colombiana casi sin proponérselo. Harto de lo que ocurría en la política de su país, se integra a un movimiento eminentemente ciudadano. En el trayecto se ve involucrando más y más, hasta que de plano decide hacerlo frontalmente. Determinó que el estado de cosas no iba a cambiar por arte de magia, ni con tan solo buenos deseos, ni despotricando entre cuatro paredes, sino activamente. Acabó siendo Alcalde de Medellín de 2004 a 2007, y transformó a la ciudad de arriba a abajo. Luego será Gobernador de Antioquía. Llegó por la vía de los independientes. 

Otro paisano suyo, descendiente de inmigrantes lituanos, con varios grados académicos, Antanas Mockus, también nació a la vida política con carácter de independiente. Dos veces ha sido Alcalde de Bogotá. Las administraciones de estos dos colombianos de excepción, se distinguieron porque en ellas hubo transparencia y eficiencia en el manejo de los recursos públicos, y responsabilidad compartida entre gobierno y ciudadanía, y lograron conjugar espléndidos equipos de trabajo, gente comprometida que compartían con toda claridad el mismo objetivo: GENERAR EL BIEN COMÚN.

Adecentaron la política, privilegiaron las características que toda persona debe tener en su hacer cotidiano, como son la honestidad y la confiabilidad, entre otras. Estas virtudes son propias de la mayoría de las personas. Lo dijo Fajardo en una conferencia que impartió en el ITESM allá por 2009, que “hay más personas buenas que malas”. En lo particular estoy convencida de eso, si no a este mundo ya se lo hubiera chupado la bruja. La honestidad con la que gobernaron uno y otro provocó que la personas empezaran a confiar en sus gobernantes. Hechos son amores.

Yo voté en la Cámara de Diputados a favor de las candidaturas independientes porque creo que pueden traerle al País beneficios, empezando porque le provoquen a la población el deseo de participar en los ASUNTOS DE SU COMUNIDAD, porque esa disposición no forma parte de la cultura de los mexicanos. Aquí abundan los mirones de palo, pero no los protagonistas de su propia historia, muy diligentes para criticar, pero pasivos hasta la médula para actuar. No bajan de rateros y sinvergüenzas a los políticos, les mientan madres, sapos y culebras, pero van y votan por los mismos, o no votan… 

La democracia, para que fructifique, como decía ese mexicano fuera de serie que fue el Maquío, hay que hacerla como el amor: “todos los días”. Pero aquí nos da pereza. No me cabe duda también que pueden ser acicate para que los partidos políticos reaccionemos y nos volvamos más competitivos, y también para que hagamos limpieza general A FONDO, y nos deshagamos de pillos y vividores, porque son quienes desacreditan la política, y ésta, generoso leyente, no es sinónimo de raterías y suciedad, sino un instrumento invaluable que permite a quienes ejercen el poder público, construir sociedades exitosas, con personas que viven con toda la dignidad que les corresponde nomás por ser eso: PERSONAS. 

No perdamos de vista que la circunstancia de la independencia no los hace moralmente superiores a quienes militamos en un partido político. La democracia funciona con la existencia de controles institucionales, no por la pureza espiritual de los individuos. Tampoco crea historias de conversos de la noche a la mañana; esos, como decía mi madre, ni vueltos a amasar, aunque se disfracen de paladines impolutos de la justicia. Postularse como independiente va a ser usado por personas que no quieren hacer carrera partidista o que, habiéndola hecho, sus partidos no los apoyaron.

No echemos las campanas a vuelo. Este año hubo tres candidatos independientes ganadores, vamos a ver su desempeño. Uno de ellos ya nos dejó claro que vedette, sí es, y consumado. Al baile vamos.

Refrescando la memoria



19 de Septiembre de 2015

En 26 de mayo de 2015 aprobamos una reforma constitucional en materia de disciplina financiera para las entidades federativas y los municipios. Partiendo de la grave problemática que enfrentan algunos estados, se decidió a través de la ley poner límites a los endeudamientos de estos. Con esta reforma se pretenden dos cosas: la primera es que se establecen límites al tipo de déficit, es decir al tamaño del déficit que pueden tener los gobiernos locales y también a los montos de endeudamiento y así fomentar una disciplina financiera.

Deudas como la de Coahuila, verbi gratia, debilitan las finanzas públicas, amén del deleznable atraso para el crecimiento económico por la falta de dinero, en detrimento del desarrollo integral de la población, dado el enorme costo en pago de intereses y manejo de la misma. Todos sabemos que cuando las finanzas se operan con responsabilidad y probidad, se pueden destinar más recursos a proyectos de gasto como infraestructura, salud y seguridad.

Por otro lado, una ley de disciplina financiera no puede funcionar si no hay buenas cuentas fiscales y transparencia, de ahí la importancia de esta reforma que privilegia la rendición de cuentas.

En la reforma aprobada se le dan al Congreso facultades para aprobar “los límites y modalidades bajo los cuales dichos órdenes de gobierno podrán afectar sus respectivas participaciones para cubrir los empréstitos y obligaciones de pago que contraigan.”

También se les obliga a “inscribir y publicar la totalidad de sus empréstitos y obligaciones de pago en un registro público único, de manera oportuna y transparente”. Se establece “un sistema de alertas sobre el manejo de la deuda; así como las sanciones aplicables a los servidores públicos que no cumplan sus disposiciones”.

Se establece la creación de una comisión legislativa bicameral, con facultades para analizar la estrategia de ajuste para fortalecer las finanzas públicas de los Estados, planteada en los convenios que pretendan celebrar con el Gobierno Federal para obtener garantías. Pudiendo esta emitir las observaciones que estime pertinentes en un plazo máximo de 15 días hábiles, inclusive durante los períodos de receso del Congreso de la Unión. Esto aplicará para aquellos estados que tengan niveles elevados de deuda en los términos de la ley. Igualmente, si se suscribe un convenio para atender el problema, el Congreso tendrá que ser informado de manera inmediata, operará de la misma manera para los municipios que se encuentren en la misma situación. También se autoriza a la Auditoría Superior de la Federación a fiscalizar en forma posterior la deuda de las entidades federativas y las garantías que fiscalizar en forma posterior los ingresos, egresos que otorgue el Gobierno Federal respecto a empréstitos de los Estados y Municipios.

Por leyes no quedamos, siempre lo he dicho, el problema es su inobservancia. Si esta reforma tiene la misma suerte de la educativa, cuente usted con que seguirá a la alza la caterva de políticos sinvergüenzas… sí, de esos, de los que tenemos en Coahuila, gozando de la impunidad que los ampara, viviendo como marajás y riéndose a mandíbula batiente del pueblo al que robaron y defraudaron.