En la sesión del 21 de diciembre, en la Cámara de
Diputados, aprobamos las modificaciones que realizó el Senado a los artículos 3
y 73 de la Constitución, para elevar la calidad de la educación, y envía la
reforma a los estados para que, con el apoyo de la mayoría, posteriormente sea
promulgada por el Ejecutivo.
El Senado modificó la minuta de la Cámara de
Diputados y se la regresó en los primeros minutos de este viernes con varios
cambios, los que fueron aprobados en lo general y lo particular con 360 votos a
favor, 51 en contra y 20 abstenciones.
La reforma educativa crea el Instituto Nacional
para la Evaluación de la Educación, como un organismo autónomo, y establece el
servicio profesional docente para el ingreso y promoción del personal que
labora en el magisterio.
El Senado incorporó el concepto de
"calidad" en la educación obligatoria como un derecho de todo
mexicano, así como que el Estado tenga la obligación de garantizarla.
Se establece textualmente que la educación será de
"calidad" con base en el mejoramiento constante y el máximo logro
académico de los educandos.
También se modificaron aspectos sobre la opinión que debe tomar el Ejecutivo federal de los padres de familia, entre otros sectores, para establecer planes y programas de estudio.
También se modificaron aspectos sobre la opinión que debe tomar el Ejecutivo federal de los padres de familia, entre otros sectores, para establecer planes y programas de estudio.
Asimismo, lo que tiene que ver con la creación del
Sistema Nacional de Evaluación Educativa y su coordinación con el Instituto
Nacional para la Evaluación de la Educación.
Al fundamentar el dictamen, el presidente de la
Comisión de Puntos Constitucionales, Julio César Moreno Rivera, aseguró que la
reforma educativa atenderá el reclamo de la sociedad respecto a contar con una
mejor educación para las futuras generaciones e hizo un llamado para votar a
favor del dictamen.
Mi compañera, la diputada de AN, María Guadalupe
Mondragón González afirmó que la reforma fortalecerá la calidad de la
educación. Garantizará que los niños y jóvenes cuenten con los mejores maestros
y abonará a que la evaluación sea realizada por un organismo autónomo, sin
intromisiones de intereses ajenos a los educativos.
Por su parte, Héctor Humberto Gutiérrez de la Garza
exhortó a los congresos de los estados a aprobarla y dijo que ayudará en la
construcción de una mejor educación y fortalecerá la rectoría del Estado en la
impartición de la misma.
El presidente de la Comisión de Educación y
Servicios Educativos, Jorge Federico de la Vega Membrillo (PRD) reconoció el
trabajo del Senado para fortalecer el impulso de la reforma que –aseguró- “es
un solo un paso para mejorar la calidad de la educación”.
Antonio Cuéllar Steffan (PVEM) apoyó condicionar la
permanencia de docentes a los procesos de evaluación y aclaró que la visión de
las cuotas escolares es errónea, toda vez que no se atenta contra lo
establecido en la legislación vigente y contribuye a la autogestión de las
escuelas en beneficio de los educandos.
Ricardo Mejía Berdeja (Movimiento Ciudadano)
cuestionó la reforma educativa y dijo que abre la puerta a la privatización de
la educación. “Esto pasa por legislar al vapor, no podemos estar a favor de una
reforma que abra las puertas al cobro de cuotas a los padres de familia”, dijo.
José
Caamal Mena (Nueva Alianza) expresó su apoyo a la reforma educativa, pero
cuestionó los mecanismos del Instituto Nacional para la Evaluación de la
Educación y consideró que ese organismo podría quebrantar los derechos
obtenidos por los docentes.
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