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martes, 22 de agosto de 2017

El derecho y el deber

Este 4 de junio tenemos la tarea de cumplir con una responsabilidad constitucional que permitirá elegir el futuro que queremos
 
Dentro de 9 días exactamente, los coahuilenses tenemos que ir a cumplir con el ejercicio de un derecho –artículo 35– y de un deber de rango constitucional –artículo 36– que nos permiten decidir a qué personas contratar para que nos sirvan desde los diferentes ámbitos del poder, en el caso particular, el ejecutivo estatal –gobernador– y municipal –alcaldes, regidores y síndicos–  y el poder legislativo –diputados– de nuestra entidad federativa.

¿Por qué es importante que acudamos a las urnas? Porque cuando uno vota expresa su compromiso con la democracia, la democracia que tenemos el deber de construir entre todos y fortalecer todos los días, entendida esta en los términos que lo establece el artículo 3 de la Constitución de la República: como forma de vida. Lo que no se consolida, se pierde. 


Abstenerse es una acción estéril, sólo exhibe desidia y ausencia de compromiso ciudadano. 

Abstenerse es asumirse como simple espectador de los hechos. Lo que se necesita es determinación para hacerse cargo en primera persona de la comunidad de la que uno es parte. Al sistema imperante le tiene muy sin cuidado su abstención, no le hace mella, sino todo lo contrario. Todo el tiempo le ha apostado a la indiferencia ciudadana, incluso la ha alimentado, porque le favorece para ganar elecciones con solo el 30 por ciento del listado nominal, que es lo que le da su voto duro.

¿Por qué debemos ir a votar? Porque para cada municipio y para cada persona hay mucho que ganar pero también mucho que perder. Estas son las elecciones de ayuntamiento. Usted, mejor que nadie, conoce las necesidades del municipio en el que vive. Si elegimos personas capaces y honestas, podemos aspirar a mejores servicios públicos de los que ofrece el Ayuntamiento, como son la seguridad, calles y plazas iluminadas y limpias, una eficiente recolección de la basura, etcétera.

Si permitimos que otros elijan por nosotros, después no vamos a poder ni quejarnos. Una decisión electoral apegada a la reflexión, a lo que nosotros queremos, sin duda nos compensará con bienestar y progreso. Una decisión equivocada, tiene el efecto contrario, la peor es no presentarse a votar.

No es cierto que todos los candidatos son lo mismo y que da igual votar por uno que por otro. El abanico es amplio y, en sus virtudes y defectos, en su trayectoria de vida está lo que son y cómo son, indague usted, no vuelva a votar nada más llevado por la mercadotecnia electoral, es un error craso. De su reflexión dependerá en mucho la calidad de gestión para el estado, para su municipio y lo que se haga en el Congreso.

Votar debe ser un gozo. Votar libremente enriquece la democracia. Démosle el peso que tiene a decidir por nosotros mismos qué es lo que queremos para Coahuila y para nuestro municipio, que clase de representantes deseamos en el Congreso local. Hagámonos cargo de nuestro presente y de nuestro futuro, el voto nos empodera como ciudadanos, no desdeñemos el ejercicio de un derecho que costó tanto en nuestro país. Votando damos ejemplo a las nuevas generaciones.

A los jóvenes particularmente los invito a ir a votar, de ahí, de ustedes tienen que venir las voces y la enjundia para generar las transformaciones que NECESITA COAHUILA para remontar el vuelo a las alturas que le corresponden, para deshacerse de esos lastres inmundos que son la corrupción y la impunidad, generados en los 84 años de una dictadura disfrazada de democracia. Tenemos el deber de construir un futuro diferente para los niños y los jóvenes de hoy y las generaciones que vendrán más tarde.

Tenemos que dar un paso muy importante para convertirnos en una comunidad exitosa, darnos a la tarea en un genuino despliegue de solidaridad humana, para sacar adelante a tantos coahuilenses que no han sabido de desarrollo integral alguno, porque el sistema priísta los condenó a la dependencia eterna, vía dádiva o amenaza, y no se ocupó de hacer de ellos personas autosuficientes. No hay sociedad exitosa con semejantes índices de marginación material e intelectual. 

El próximo domingo 4 de junio vaya y cambie con su voto lo que no le guste del sistema, no es cierto que ir a votar significa estar de acuerdo con lo que hay, significa que usted va a hacer uso de todos los medios legales a su alcance para cambiarlo. El futuro de Coahuila se decide en las urnas este domingo 4 de junio, SU FUTURO. Vaya y decídalo usted mismo en su calidad de PROPIETARIO, DE DUEÑO DE ESTA HERMOSA Y NOBLE CASA.

Posdata: Hago un llamado respetuoso al árbitro de la elección, el IEC, a desmentir que las boletas están numeradas y que se sabrá por qué partido se vota. Hay muchos electores que sí lo creen. Y a la Fepade que deje de comportarse como si fuera cómplice del octogenario.
Esther Quintana Salinas

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