México D.F., a 13 de mayo de 2015
DIPUTADA
ESTHER QUINTANA SALINAS (EQS): Con su venia, Diputado Presidente.
En
el artículo 4° constitucional se establece que todos los mexicanos tenemos
derecho a la salud.
El
Instituto Mexicano del Seguro Social es una de estas instituciones, cuya
obligación es poner al alcance de sus derechohabientes, los servicios de salud
de calidad y cantidad, idóneos para el ejercicio del derecho a la protección,
precisamente, de la salud.
Resulta
entonces, preocupante, en el caso de 37 menores de edad que presentaron
reacciones alérgicas, derivadas de la aplicación de vacunas, por parte del
personal de salud de ese Instituto, el pasado 8 de mayo del presente año.
Estos
hechos ocurren en una de las regiones más marginadas de nuestro país,
Simojovel, Chiapas.
Ya
murieron dos menores de edad y otros 30 se encuentran bajo atención médica.
Ya
quisiera yo que nos viéramos en los zapatos de los padres de familia que están
pasando por semejante trance.
Las
vacunas que recibieron los niños fueron contra la tuberculosis, el rotavirus y
hepatitis B.
Hasta
este momento, José Antonio González Anaya, Director del Instituto Mexicano del
Seguro Social, no ha sido lo suficientemente contundente, en la
explicación de esta tragedia.
Los
padres de estos menores merecen una explicación por daños irreparables, pues se
trata de la pérdida de dos vidas.
Los
menores hospitalizados también, tienen derecho a recuperar su salud y en esto
tiene, un papel determinante, este hospital del Instituto Mexicano del Seguro
Social.
Según
la Norma Oficial Mexicana, NOM-036-SSA2-2002, que establece la prevención y
control de las enfermedades para la aplicación de vacunas toxoides, sueros,
antitoxinas e inmunoglobulinas en el humano para el manejo y conservación de
los biológicos que debe cumplir, entre otras, se requiere las siguientes
acciones:
Dice
la Norma, que se requiere vigilar el funcionamiento adecuado de la red o cadena
de frío, en todas sus unidades de salud y áreas administrativas o de
distribución, disponiendo para ello de equipo y personal capacitado, en los
procedimientos de almacenamiento, conservación, distribución, control y
transporte de biológicos.
Otra
disposición es que, el transporte de los biológicos se deberá realizar del
nivel nacional a nivel estatal, regional y local, empleando medios
refrigerantes, que mantengan la temperatura entre 2° centígrados y 8°
centígrados.
También
dispone que la temperatura del almacenamiento de la cámara fría y de los
refrigeradores, deben registrarse gráficamente, por lo menos cada ocho horas, y
hay que estar vigilantes de la vida útil de ellos.
¿Qué
de todo esto habrá fallado? No lo sabemos.
Derivado
de esto, los legisladores de Acción Nacional consideramos que los servicios de
salud, deben constituirse en instrumentos protectores de la vida humana y no en
un riesgo para ella.
Que
la pérdida de la vida de un menor, no admite excusa alguna.
Consideramos
indispensable entonces, que el Director del Instituto Mexicano del Seguro
Social explique con claridad lo ocurrido.
Con
base en ello, las autoridades competentes deberán tomar acciones para sancionar
a aquellos funcionarios que hayan sido responsables de semejante y doloroso
hecho.
Es
por ello que estimamos urgente, que el Licenciado José Antonio González Anaya,
comparezca ante la Primera Comisión de esta Comisión Permanente, a dar todo
género de explicaciones que aclaren esta tragedia que está sucediendo –insisto—
en una parte de nuestro país, donde la marginación y la pobreza realmente son
estrujantes.
Es
cuanto, Diputado Presidente, muchas gracias. –Perdón, Senador—.
En
el artículo 4° constitucional se establece que todos los mexicanos tenemos derecho
a la salud.
El
Instituto Mexicano del Seguro Social es una de estas instituciones, cuya
obligación es poner al alcance de sus derechohabientes, los servicios de salud
de calidad y cantidad, idóneos para el ejercicio del derecho a la protección,
precisamente, de la salud.
Resulta
entonces, preocupante, en el caso de 37 menores de edad que presentaron
reacciones alérgicas, derivadas de la aplicación de vacunas, por parte del
personal de salud de ese Instituto, el pasado 8 de mayo del presente año.
Estos
hechos ocurren en una de las regiones más marginadas de nuestro país,
Simojovel, Chiapas.
Ya
murieron dos menores de edad y otros 30 se encuentran bajo atención médica.
Ya
quisiera yo que nos viéramos en los zapatos de los padres de familia que están
pasando por semejante trance.
Las
vacunas que recibieron los niños fueron contra la tuberculosis, el rotavirus y
hepatitis B.
Hasta
este momento, José Antonio González Anaya, Director del Instituto Mexicano del
Seguro Social, no ha sido lo suficientemente contundente, en la
explicación de esta tragedia.
Los
padres de estos menores merecen una explicación por daños irreparables, pues se
trata de la pérdida de dos vidas.
Los
menores hospitalizados también, tienen derecho a recuperar su salud y en esto
tiene, un papel determinante, este hospital del Instituto Mexicano del Seguro
Social.
Según
la Norma Oficial Mexicana, NOM-036-SSA2-2002, que establece la prevención y
control de las enfermedades para la aplicación de vacunas toxoides, sueros,
antitoxinas e inmunoglobulinas en el humano para el manejo y conservación de
los biológicos que debe cumplir, entre otras, se requiere las siguientes
acciones:
Dice
la Norma, que se requiere vigilar el funcionamiento adecuado de la red o cadena
de frío, en todas sus unidades de salud y áreas administrativas o de
distribución, disponiendo para ello de equipo y personal capacitado, en los
procedimientos de almacenamiento, conservación, distribución, control y
transporte de biológicos.
Otra
disposición es que, el transporte de los biológicos se deberá realizar del
nivel nacional a nivel estatal, regional y local, empleando medios
refrigerantes, que mantengan la temperatura entre 2° centígrados y 8°
centígrados.
También
dispone que la temperatura del almacenamiento de la cámara fría y de los
refrigeradores, deben registrarse gráficamente, por lo menos cada ocho horas, y
hay que estar vigilantes de la vida útil de ellos.
¿Qué
de todo esto habrá fallado? No lo sabemos.
Derivado
de esto, los legisladores de Acción Nacional consideramos que los servicios de
salud, deben constituirse en instrumentos protectores de la vida humana y no en
un riesgo para ella.
Que
la pérdida de la vida de un menor, no admite excusa alguna.
Consideramos
indispensable entonces, que el Director del Instituto Mexicano del Seguro
Social explique con claridad lo ocurrido.
Con
base en ello, las autoridades competentes deberán tomar acciones para sancionar
a aquellos funcionarios que hayan sido responsables de semejante y doloroso
hecho.
Es
por ello que estimamos urgente, que el Licenciado José Antonio González Anaya,
comparezca ante la Primera Comisión de esta Comisión Permanente, a dar todo
género de explicaciones que aclaren esta tragedia que está sucediendo –insisto—
en una parte de nuestro país, donde la marginación y la pobreza realmente son
estrujantes.
Es
cuanto, Diputado Presidente, muchas gracias. –Perdón, Senador—.
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