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jueves, 16 de octubre de 2014

Un nuevo modelo para México



2 de Agosto

Me avergüenza que la falta de escrúpulos domine la voluntad de muchos políticos y se imponga a los deberes que tienen con la población a que se deben.


Me avergüenza que en mi país la corrupción campee libremente por la esfera pública y también por la privada. Me avergüenza que la falta de escrúpulos - porque hablar de la de principios es sueño guajiro - domine la voluntad de muchos políticos y se imponga a los deberes que tienen con la población a que se deben. Todo el tiempo he sido una crítica incisiva de la que minó a dos empresas significativas para el desarrollo y crecimiento de México, PEMEX y CFE. Los dos monopolios de los que se valió el estado mexicano durante las muchas décadas de gobiernos priístas para servirse a discreción de sus haberes, coludidos con la gavilla de líderes sindicales corruptos hasta la ignominia. Toda una caterva de intocables que se hicieron ricos hasta la consumación de los siglos, no solo ellos, sino su descendencia. Fortunas groseras, insultantes. ¿Cómo mover ese monolito?

Ha sido una larga jornada en San Lázaro. Cuando esto escribo, estamos ya en el análisis y discusión del último paquete de leyes secundarias en materia energética, para volver competitivas a PEMEX y CFE, y que respondan a su nueva naturaleza de empresas productivas, de ahí la relevancia de su saneamiento. Me voy a permitir compartirle algunos aspectos sustantivos de la misma: Crear una nueva estructura corporativa y organizacional obedece a la modernización de su productividad y a atender las legítimas exigencias de la sociedad para detener las prácticas nefastas de la corrupción. Se incorporan normas que regulen las materias de presupuesto y deuda pública. El Consejo Administrativo de cada empresa autorizará, sin intervención de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), los tabuladores, la estructura orgánica, las políticas de recursos humanos, su propio presupuesto, el destino de ingresos excedentes, sus reglas de austeridad y las políticas para sus inversiones, así como las adecuaciones a sus presupuestos. La Cámara de Diputados fijará el techo de deuda y el monto de remuneraciones al personal. Los ejes sobre los cuales descansa la reforma son: la empresa productiva del Estado, como una nueva figura, con transparencia y rendición de cuentas, con un régimen jurídico especial; el nuevo papel del Estado como propietario de la empresa; un gobierno corporativo sólido y eficaz; un marco jurídico flexible que obedece al principio de la máxima autorregulación y el rediseño integral de los esquemas de vigilancia y auditoría.

La Secretaría de Energía ya no intervendrá en el proceso de planeación, operación y presupuesto de las empresas, por lo que ahora se limitará a ser parte de la Presidencia de los Consejos de Administración, para participar en la programación sectorial y de otras actividades estratégicas. Corresponderá a los respectivos Consejos de Administración emitir toda la normatividad interna que se requiera para la adecuada estructuración del funcionamiento y operación de las empresas. De igual forma, se incluye un rediseño del esquema de vigilancia, auditoría y control de las empresas y se devuelve al Consejo de Administración la función primordial de vigilancia y evaluación del desempeño que prevé la creación de un órgano independiente denominado Unidad de Responsabilidades, que tendrá a su cargo determinar y sancionar responsabilidades a partir de la información que le suministren los órganos de auditoría competente.

Se establece la figura de auditores externos y se acata el mandato constitucional al facultar a la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y al Congreso de la Unión para fiscalizar a Pemex y a la CFE. La ASF podrá fincar las responsabilidades que correspondan, en caso de que derivado de la auditoría practicada se detecten actos ilegales, incluyendo el inicio de los procedimientos de responsabilidad. Las deudas derivadas de las pensiones y jubilaciones de trabajadores de PEMEX y CFE, no van a afectar el bolsillo de los mexicanos. Lo van a cubrir con austeridad en su gasto, el Gobierno Federal, PEMEX y CFE, por mandato de ley. El pasado mes de abril el PRD, por conducto de su Coordinador Silvano Aureoles y la mayoría de sus Diputados, presentaron una iniciativa para que año con año el Gobierno garantice el monto necesario para respaldar las pensiones de PEMEX y CFE. El Gobierno, el PRI y sus sindicatos tienen ahora la responsabilidad de ajustar los contratos colectivos de trabajo, ya que de otra forma el Estado no absorberá más el pasivo por concepto de pensiones y jubilaciones.

Iré, estimados leyentes, compartiéndoles más aspectos de la reforma en comento, en posteriores colaboraciones.

 

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