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domingo, 4 de agosto de 2013

Renovarse o morir

Por Esther Quintana Salinas

La reforma energética que ha propuesto el Partido Acción Nacional, no versa en materia de hidrocarburos y del sector eléctrico, va más allá


La reforma energética que ha propuesto el Partido Acción Nacional, no versa exclusivamente en materia de hidrocarburos y del sector eléctrico, sino que va más allá, abarca el componente de sustentabilidad en el tema del impacto ambiental e impulsa energías alternativas, porque estamos ciertos que el petróleo no es eterno. De entrada, esto implica reformas sustantivas al marco constitucional.
 
Estamos ciertos de que implica un rompimiento de paradigmas y de tabúes que se vienen arrastrando de décadas atrás, que fueron válidos en su momento dadas las circunstancias imperantes, pero que hoy día, México tiene que atreverse a deshacerse de ellos, porque le están significando un lastre que le impide generar riqueza para su población, y por otro lado, hay que darle un tiro de muerte a la corrupción que campea en la paraestatal, y que ha vuelto millonarios a líderes sindicales y a funcionarios corruptos, productos ambos del sistema político tricolor, en detrimento de la economía nacional.
 
En el 27 de nuestra Carta Magna se establece que corresponde a la Nación el dominio directo del petróleo y todos los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos... También reza la norma que “Tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos o de minerales radioactivos, no se otorgarán concesiones ni contratos, ni subsistirán los que en su caso se hayan otorgado y la Nación llevará a cabo la explotación de esos productos, en los términos que señale la Ley Reglamentaria respectiva. Corresponde exclusivamente a la Nación generar, conducir, transformar, distribuir y abastecer energía eléctrica que tenga por objeto la prestación de servicio público. En esta materia no se otorgarán concesiones a los particulares y la Nación aprovechará los bienes y recursos naturales que se requieran para dichos fines”.
 
En el PAN nosotros, doctrinalmente, creemos que una economía de libre mercado con responsabilidad social es el mecanismo idóneo para que los ciudadanos de este país tengan acceso a mejores niveles de vida.
 
Que los dos monopolios prescritos por mandato de ley: PEMEX y CFE, son un monumento a la ineficacia y a la insuficiencia. Entendemos al gobierno como un ente regulador de la actividad económica y protector de los derechos de los ciudadanos, por eso planteamos la coexistencia de más empresas y más Estado, en un modelo moderno para el sector energético.
 
En ninguna parte de la Iniciativa se plantea la privatización de PEMEX, ni a nacionales, ni a extranjeros. Lo que si queremos es que la renta petrolera sea maximizada y quitar la caja de PEMEX a la Secretaría de Hacienda, creando un Fondo Mexicano del Petróleo, que sería autónomo y se encargaría de administrar la renta petrolera, y el retiro sería paulatino - 10 años - procediendo anualmente a destinar un porcentaje al PEF y otro al Fondo para proyectos productivos y no como ahora, que se va toda a gasto corriente. ¿En qué le ha beneficiado eso a usted?
 
Hoy se vende ya petróleo crudo a empresas privadas y compramos en el extranjero gasolina a precios altísimos. ¿A qué mexicano le molestaría que la gasolina le costara más barata? Sin embargo, bajo el esquema actual, no hay de otra. Lo invito a conocer la Iniciativa, infórmese sobre la misma, no permita que le distorsionen sus contenidos. Quienes la presentamos somos mexicanos, igual que usted, queremos lo mejor para nuestro país, no deseamos entregar a ningún particular nuestros recursos energéticos, lo que si queremos, lo reitero, es que PEMEX le genere bienestar a usted. Y de “ahí pa’ delante”.

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