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lunes, 13 de enero de 2014

Sentido común y sanidad

Todo el tiempo se está enfatizando, recomendando de manera generalizada utilizarlo, y es que su contribución cuando se privilegia que intervenga, da resultados más que positivos, me refiero al sentido común. Coahuila, nuestra tierra, ha tenido una sola historia con respecto a quienes la han gobernado, la han escrito los tricolores y nadie más. En Coahuila se hace política atendiendo a los cánones establecidos por el único partido a quienes los electores le han entregado esta tarea. De los 38 municipios que la conforman, el grueso de ellos no ha sabido más que del PRI, no obstante, la alternancia ha permeando, hoy por ejemplo, casi el 50 por ciento de la población, a partir del 1 de enero, está gobernada por la oposición.

En donde jamás se ha dado este fenómeno, es en la gubernatura y en el Congreso local. Y mire los resultados. Hoy día, como consecuencia de las raterías perpetradas durante la administración de Humberto Moreira y solapadas por la mayoría priísta en el Congreso del Estado, nuestra entidad carga con un endeudamiento que pesa como lápida y cuyos costos - INSULTANTES - pulverizan desarrollo y crecimiento para su población. Agravado hasta la indignidad, porque no hay uno solo de los ladrones que esté pagando por su delito. Y se explica, el control del partidazo es absoluto.

Lo que no se explica es: ¿por qué los coahuilenses no han reaccionado ante el embate de semejante desvergüenza como respondería cualquiera ante un administrador que no solo le desvalija la casa, sino que le pone una paliza de padre y señor mío, se mofa de la extorsión, lo obliga a cargar con el pago de todos los daños y perjuicios que provocó, y en lugar de deshacerse del cretino, le vuelve a entregar el inmueble para que lo siga administrando? ¿Dónde está el sentido común de la población? ¿Por qué no lo han privilegiado? Solo hay balbuceos ¿por qué? Si se tiene un problema hay que darle salidas razonables. No se vale alegar desconocimiento, si está a la vista el desaseo, todos los componentes de la traición a la confianza quedaron desplegados y está costando millones de pesos pagar por un endeudamiento - ROBO - que en NADA benefició a Coahuila.

El priísmo en Coahuila está agotado. Nomás pase revista a lo que están recibiendo los nuevos alcaldes, en unos más en otros mucho más, va quedando evidenciada la rapiña de los salientes. Pero a todo le van a echar tierra encima, no van a devolver lo que se robaron y menos van a ser castigados. Lo de cero deuda es una falacia más.

La mentalidad de muchos de los que se convierten en presidentes municipales es de que van a hacerse ricos porque van a disponer de los recursos públicos, y nadie los va a llamar a cuentas después de perpetrada su fechoría. Porque así ha sucedido SIEMPRE. Es un modus vivendi, es el estilo de “hacer política”, y el que no lo hace es un... empieza con p la palabrota. Es el resultado de la INMOBILIDAD en el ejercicio del poder público, de la ausencia ABSOLUTA de EQUILIBRIOS institucionales. Cuando no hay movimiento el agua se estanca y se pudre. Es lo que ha pasado en Coahuila. Son décadas en el poder, cualquier partido, CUALQUIERA, con esa longevidad sin contrapesos, cae en lo mismo.

Este año tendremos elecciones, ahora para elegir diputados locales. Y este es el punto sustantivo de estas reflexiones que le comparto generoso leyente, esta elección abre la puerta a la esperanza de que por fin los electores apuntalen con su voto el equilibrio hecho a la medida para los dos niveles de gobierno de la entidad, porque para eso es en mucho el Poder Legislativo. El contrapeso del Ejecutivo es el Legislativo. Los quebrantos financieros que padece nuestra Coahuila no los hubiera permitido una mayoría parlamentaria distinta a la del gobierno estatal, ni tantas desvergüenzas más. Los equilibrios dan mejores administraciones, se fortalece la democracia, se empodera a los gobernados no a los gobernantes, se privilegia la transparencia en el ejercicio de la función pública, y con todo esto se genera BIEN COMÚN.

A un empleado que roba a su patrón, no se le premia con la recontratación, llevado el concepto al campo de la gestión pública, los patrones, los dueños, son los coahuilenses y quien atente contra sus intereses tiene que ser sacado, apartado del poder junto con su grupo, durante el tiempo que sea necesario para que aprenda que las reglas son otras, y que quien la hace la paga. Es incluso, por SANIDAD, que Coahuila necesita generar YA el contrapeso en el Congreso local.

Es de sentido común ¿No cree usted?

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