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domingo, 27 de octubre de 2013

De Frente




Ayer se discutió en la Cámara de Diputados la Ley de Ingresos. Hemos tenido desde el miércoles de esta semana una intensa actividad en el salón de plenos. El miércoles se votaron la ley Aduanera y el Código Fiscal, el jueves la relativa al IVA, la del ISR y la de Derechos.

La Comisión de Hacienda tuvo largas jornadas de trabajo. No es fácil conciliar las diferentes visiones y posiciones de los grupos parlamentarios que tienen asiento en San Lázaro. Los dictámenes de las leyes secundarias y el correspondiente a la constitucional, se fueron construyendo en comisiones y con la participación de los integrantes de las diferentes bancadas.

Hay un ingrediente que hace particularmente complicado llegar a acuerdos, es el poder. Este elemento si no se maneja con inteligencia, puede acarrear consecuencias de pronóstico reservado. Aunque a muchos no les quita el sueño, el pragmatismo, así se le dice ahora a la ausencia de principios éticos, para transitar - ese es otro verbo muy utilizado en el “argot”- a los acuerdos políticos.

Dicen que el poder es más estimulante que el sexo, de modo que tenerlo lleva, sobre todo a los más ambiciosos, hasta a cometer excesos. Llegar no es el mérito, sino mantenerse, puro Maquiavelo.

Pero volviendo al tema. Los posicionamientos, los discursos, los pros y los contras expresados por los grupos parlamentarios, colman la atmósfera de adrenalina. No faltan la pieza retórica, impecables los argumentos técnicos y jurídicos, y también la diatriba que enciende por los dos o tres comentarios irónicos, los ánimos ya de por sí caldeados, de los presentes. Es San Lázaro.

Las pretensiones de la propuesta peñista en materia de IVA no transitó en los términos en que fue enviada, era una especie de tanteo, para ver hasta donde daba la liga. No pudimos evitar la homologación del IVA en la zona fronteriza, los argumentos en contra no funcionaron, de modo que se acabó el régimen especial para quienes habitan en esas latitudes.

A Coahuila la daña. Y no es, como alguien me apuntó, de obsequiarle trato de ciudadanos de primera o de segunda, si no de que la economía de quienes allá habitan es diferente a la del resto del país. Competir con un IVA del 8.26 por ciento que se paga en Eagle Pass o en Del Río, cuando el de casa será del 16 por ciento, pues no contiene. El PRI votó a favor de esta infamia.

Por otro, lado, el impacto que el IVA tendrá en la industria de las maquiladoras violenta las cadenas de suministro, eficiencia y ahorro de costos de operación. Y por cuanto a las reformas a la Ley del ISR, las afecta al aumentar exponencialmente el impuesto que pagan al subirse su base gravable, porque las fórmulas para la determinación de la misma se cambiaron y su tasa subió del 17,5 al 30 por ciento, sin considerar el 10 por ciento adicional de impuestos por sus dividendos. Esto las saca por completo de competitividad internacional, ocasionándose posibles cierres y cancelación de inversiones.

Finalmente, se aprueba la Ley de Ingresos, lo que le permite al pueblo de México y al Gobierno Federal tener una precisión en referencia a los ingresos que contempla obtener, y en base a los cuales se deberá aprobar el presupuesto del 2014.  Desafortunadamente, en una actitud irresponsable, se ponen de acuerdo PRI, PVEM, PANAL y parte del PRD, y aprueban un endeudamiento para el país, que no es lo más recomendable de acuerdo a los momentos que vive la economía nacional y los principales indicadores económicos.

La reforma va al Senado de la República. El silencio colma San Lázaro, el próximo martes volvemos.

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