25 de Octubre
Los límites son fundamentales cuando se
educa a niños ¿por qué? Porque les dan seguridad, coherencia y son un
instrumento sustantivo para su madurez emocional
Los límites son fundamentales cuando se educa a niños ¿por qué?
Porque les dan seguridad, coherencia y son un instrumento sustantivo
para su madurez emocional; representan una forma inteligente de
contención y comprensión. De ahí la relevancia de que los padres eduquen
y formen a sus hijos con esos parámetros. Cuando a uno en casa, sus
padres, le enseñan que es conveniencia propia respetar las reglas, es
más fácil adaptarse al mundo que lo rodea, a la sociedad de la que se es
parte, a relacionarse con los demás y a entender la autoridad. Cuando
tus padres te enseñan a transitar por la vida, desde que eres una
criatura, la confianza y la seguridad se generan. A mí, mi madre, me
enseñó a que los límites no eran impedimento para crecer, ni para
coartar mi natural curiosidad de explorar mi entorno. Y es fecha que se
lo sigo agradeciendo porque ese aprendizaje me ha sido muy útil para
hacerme cargo de mis actos y sus consecuencias. Me quedó bien claro que
las emociones son válidas, son parte de nuestra naturaleza, pero eso no
implica que uno se deje llevar totalmente por los impulsos. Son reglas
de oro que si las observas te amortiguan raspaduras y descalabros en el
trayecto de la existencia.
Este preámbulo obedece a que quiero
compartirle las razones que tuvimos los legisladores panistas, yo entre
ellos, para votar a favor, el jueves de esta semana, la Ley General de
los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (NNA) y reformas a diversas
disposiciones de la Ley General de Prestación de Servicios para la
Atención, Cuidado y Desarrollo Integral Infantil.
En primer lugar
porque se reconoce a NNA como titulares de derechos, de conformidad con
los principios de interés superior de la niñez, universalidad,
interdependencia, indivisibilidad y progresividad. Entre otros, a
disfrutar del más alto nivel posible de salud, así como a recibir la
prestación de servicios de atención médica gratuita y de calidad, con el
fin de prevenir, proteger y restaurar su salud.
Se prescribió
también que tienen derecho a una educación de calidad que contribuya al
conocimiento de sus propios derechos y, basada en un enfoque de derechos
humanos y de igualdad sustantiva, garantice el respeto a su dignidad
humana, al desarrollo armónico de sus potencialidades y personalidad, y
fortalezca el respeto a los derechos humanos y a las libertades
fundamentales, en los términos del artículo 3o. constitucional. Y que
sus padres o quienes ejerzan la patria potestad, guarda o tutela, tienen
derecho a intervenir en su educación.
Mi compañero de bancada, el
diputado José Alfredo Botello, a propósito de la intervención de los
padres en la educación de los hijos, dijo con toda claridad que “ …es
altamente riesgoso, que niñas, niños y adolescentes puedan tomar
decisiones sin la orientación de nosotros, sus padres, en algo tan
delicado como la sexualidad, con implicaciones físicas, sicológicas,
económicas en el presente y el futuro’’.
Asimismo, que las
autoridades, TODAS, tendrán que proporcionarles asesoría y orientación
sobre salud sexual y reproductiva. Y que la educación sexual integral
que se les imparta será conforme a su edad, desarrollo evolutivo,
cognoscitivo y madurez, para que de manera informada y responsable sus
derechos aprendan a ejercer los derechos consagrados en todas las leyes.
De
ahí que la diputada panista Raquel Jiménez Cerillo expresara: ‘‘No
podemos forzar a un árbol a dar fruto si no ha madurado; no podemos
forzar a un ave a salir a volar si no está preparada. No podemos lanzar a
nuestros niños y niñas al mundo sin preparación’’.
No se limitó
ningún derecho a los niños, como afirmó la izquierda en tribuna, sino
todo lo contrario, se reconoció que los tienen y que hay que garantizar
con la fuerza de la ley, que se cumplan.
La minuta va al Senado
de nueva cuenta. Los diputados ejercimos nuestra facultad de Cámara
revisora y modificamos aspectos sustantivos de lo que ellos nos
enviaron, confiamos en que la motivación y fundamentación que los avala,
lleve a la Cámara alta, a la aprobación de los mismos.