30 Enero 2016
Son tiempos de reflexión, estimado lector, Coahuila merece mejor destino. Son 80 años de manipulación reiterada

El dominio y control sobre las personas se lleva a cabo mediante la manipulación. Manipular es sinónimo de manejar y los únicos que son susceptibles de manejo son los objetos, no las personas. Cuando se manipulan personas se les denigra, se les envilece. Manipula todo aquel que quiere vencernos no convencernos. El manipulador no se dirige a la inteligencia, ningunea la libertad, “trabaja” sobre el centro de decisión con la finalidad de arrastrar a la toma de decisiones que favorezcan sus intereses. El manipulador influye en la voluntad pero de forma retorcida y es que manipular es una forma sutil de engañar.
La manipulación ideológica, que es a la que recurren quienes quieren imponer actitudes básicas relativas a la política, y es de las más peligrosas, solo tiene dos maneras de hacerlo: la violencia o la astucia, la segunda es el instrumento de la manipulación. El manipulador reduce a la comunidad a masa. La comunidad se convierte en masa cuando pierde su capacidad creadora y no está unida por lazos firmes, cuando se vuelve incapaz de sumar sus ámbitos de vida para generar nuevos ámbitos de vida y enriquecerse mutuamente. Una manifestación de personas en una plaza, con sentido bien definido del por qué están ahí, son pueblo, no masa.
¿De qué se vale el manipulador para captar a sus víctimas? Del lenguaje verbal o escrito. El lenguaje puede difundir verdades o propalar mentiras, facilita recursos para tergiversar el sentido de las cosas y sembrar confusión. Otra manera de doblegar es a través de la redundancia desinformativa, porque tiene el poder insospechado de crear opinión, y propiciar un ambiente para toda clase de yerros. Y es que una mentira o una media verdad repetida por un medio poderoso de comunicación llega a convertirse en “creencia”, en hecho incontrovertido. Y así, soterradamente, va ejerciendo esta propaganda manipuladora un control de la inteligencia, de la voluntad y del sentimiento del grueso de la población.
Y mire usted los resultados. Son tiempos de reflexión, estimado lector, Coahuila merece mejor destino. Son 80 años de manipulación reiterada. La alternancia en el ejercicio del poder público es asunto de sanidad. El agua estancada se pudre. ¿No percibe el olor?
No hay comentarios:
Publicar un comentario